Jueves 28 de Marzo de 2024

OPINIÓN

7 de mayo de 2017

Apuntes Ciudadanos: MUJERES DESDE SIEMPRE

Alejandro Rojo Vivot (1) en esta columna nos acerca la figura de la mujer en nuestras vidas cotidianas. HUMOR, POLÍTICA Y AFINES LXXI

Foto: arv, contratapa Revista Caras y Caretas. Buenos Aires, 30 de octubre de 1937

 

“La chanza coloca aún en primer término la tendencia a agradarnos y se contenta con que su expresión no nos parezca desatinada o falsa de todo contenido. Cuando esta misma expresión se muestra plena de contenido o de valor se transforma la chanza en chiste”. [2]

 

Sigmund Freud (1856-1939)

 

Cuando interviene la agudeza es la causa necesaria y la suficiente es la gracia para obtener como resultado una chanza, pero es necesaria la perspicacia para comprenderla cabalmente y así, al menos, sonreír.

Lo antedicho denota una construcción de la inteligencia que, muchas veces, por la rapidez de su conformación racional e intencionada se la califica erróneamente como espontánea, remitiéndonos a los orígenes de la ciencia donde por la ignorancia se le atribuía fundamentos equivalentes como, por caso, a las infecciones intrahospitalarias.

Con frecuencia, quienes buscan sostener posturas personalistas poco proclives a la democracia, van conformando relatos sesgados para fundamentar que la historia comienza con el personaje presente, velando los antecedentes y la diversidad factores que intervienen en cada proceso, sobre todo los sociales y políticos.

“Mi tía Medea era muy dada a la política; ella pretendía tomar parte en el gobierno, y era, por consiguiente, amiga de la situación.

La época en que me criaba era agitada. Hacía poco tiempo que se había dado la batalla de Pavón. [3] Quería mi tía llevarlo todo a sangre y fuego, y su divisa era ʻO por la ley o por la fuerzaʼ. [4]

Mi tío Ramón había tenido que inscribirse en uno de los centros electorales en que la opinión estaba dividida, y aunque con su carácter muy indiferente por la cosa pública, el buen ciudadano figura pomposamente en la comisión directiva, debido, sin duda, a la iniciativa de su mujer, que no admitía excusas, y a sus medios pecuniarios, y no a su entusiasmo por la lucha o a sus aspiraciones políticas.

El candidato de mi tía ejercía sobre ella la influencia de un profeta: no concebía que delante de su figura inspirada y magnífica pudieran levantarse adversarios; mi tía, como he dicho, era de una virtud agria e indomable, pero cuando se hablaba de su orador y de su poeta, una especie de delirio alarmante la invadía, y si hubiera sido joven y bella y su ídolo le hubiera dado una cita a medianoche, habría ido, loca de amor, rendirse a sus caricias omnipotentes, por que perderse con él no habría sido para ella una falta, sino el cumplimiento de un deber inexcusable”.

También existían actitudes despreciativas a otras mujeres como el tratar de guarangas, [5] o en general “aquellas señoras [6] se levantaron al fin, y mi tía con ellas, diciendo a la sirvienta que me cuidaba, que me tuviera listo para el día siguiente, en que ella vendría a buscarme temprano”. [7]

 

[1] Autor del Informe: “El déficit habitacional”. Cámara Argentina de la Vivienda Económica (1978). 

[2] Freud, Sigmund. El chiste y su relación con lo inconsciente. Biblioteca Nueva. Tercera edición. Tomo I. Página 1103. Madrid, España. 1973.

[3] 17 de septiembre de 1861.

[4] Expresión de la antigua Roma, muy generalizada en distintas versiones, que desde sus orígenes fue adaptada oficialmente, por ejemplo, por Chile. Nunca prosperó su reemplazo por “Por la fuerza de la razón”.

[5] Mujeres que, por su nivel de instrucción formal o determinada forma de expresarse, eran denostadas y excluidas hasta de algunos de los procesos democráticos impulsados por ciertas sufraguistas.

[6] En el velorio de padre del personaje autorreferencial, a los diez años de edad, ya huérfano de madre.

[7] López, Lucio Vicente. La gran aldea. Costumbres bonaerenses. Centro Editor de América Latina. Páginas 17, 19 y 20. Buenos Aires, Argentina. Enero de 1980.

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