Jueves 28 de Marzo de 2024

OPINIÓN

6 de agosto de 2018

APUNTES CIUDADANOS: EL NEFASTO AUTORITARISMO

Una nueva columna de opinión de Alejandro Rojo Vivot., HUMOR, POLÍTICA Y AFINES CXXXIII

“No es el que dice el chiste quien lo ríe y goza, por tanto, de su efecto placiente, sino el inactivo oyente”. [1]

Sigmund Freud (1856-1939)

 

 

El humor puede ser empleado también para construir caricaturas de las más aberrantes políticas autoritarias, tanto por sus propias contradicciones como las perversas consecuencias generadas por la complicidad complaciente de los serviles, temerosos, aduladores o los obsecuentes, denigrando la condición humana y al ejercicio de los derechos humanos.

El popular escritor y político Chinguiz Aitmátov (1928-2008) describió en detalle a su patria y, con particular valentía, al régimen soviético militarizado mediante un partido único, que finalizó implosionando.

“Un jefe de la administración regional llamó un buen día al director de nuestro periódico de distrito preguntando por qué se hacía propaganda de la Norteamérica capitalista en las páginas de su periódico Amanecer del socialismo. El director, que es un cobarde y un lameculos como hay pocos –le conozco porque estudiamos un tiempo juntos- se quedó tartamudo del susto. ʻNosotros no hemos escrito nada acerca de Norteamérica. ¿A qué propaganda se refiere?ʼ Y el otro: ʻ¿Cómo qué no? Y el titular de ¡Boston nos llama a seguir su ejemplo!, ¿le parece poco?ʼ ʻPero es que se trata de Bostón [2] Urkunchíev, un trabajador de vanguardia. [3] A él se refería el artículo, a su trabajoʼ. ʻQue se trata de él ya lo sé. Pero, es que mucha gente no lee más que los titularesʼ. ¡Ja, ja, ja! Tiene gracia, ¿eh? ʻ¿Y qué hacemos?ʼ, pregunta el director. Y el jefe: ʻQue se cambie el nombre ese trabajador de vanguardia”. (…)

En todos los tiempos habían soñado los pastores con ser príncipes; pero, por ironía del destino, los pastores siguieron siendo pastores en todos los tiempos. Y Bostón no era una excepción en este aspecto. (…)

-La obligación nuestra es otra cosa.

-Eso se dice muy pronto, Bostón. Pero hay gentes, como nuestro secretario Kochkorbáev, que en todas las asambleas arremeten contra lo viejo. Dicen que no celebramos las bodas como hay que celebrarlas; que por qué no se besan los novios en las bodas; que por qué no baila el suegro agarrado de la novia… Y que a los niños no les ponemos los nombres que se deben poner, porque hay una lista de nombres nuevos ratificados por las instancias superiores para sustituir los de antes. Incluso se meten con que no enterramos a nuestros muertos como hay que enterrarlos ni nuestros funerales son como deben ser. O sea, que hasta nos dicen cómo hay que llorar a los difuntos: al estilo nuevo, y no al antiguo. (…)

El director del sovjós, Chotbaévich, se imaginaba perfectamente lo que estaba pasando. Durante los largos años que llevaban trabajando juntos había estudiado a fondo su lógica de demagogo, implacable, indestructible, aprendida de una vez para siempre. Estaría diciéndose: ʻYa saltó Bostón Urkunchíev, kulak [4] y contrarrevolucionario de nuevo cuño. La vida le atiza en los morros, y él sigue sus trece. Merecería que le mandaran a algún lugar retirado, como en otros tiempos…”. [5]

 

[1] Freud, Sigmund. El chiste y su relación con lo inconsciente. Biblioteca Nueva. Tercera edición. Tomo I. Página 1083. Madrid, España. 1973.

[2] Nombre propio masculino acentuado, conformado por ton (abrigo de piel muy popular en Rusia) y bos (gris), similar pero sin tilde de la denominación de la célebre ciudad estadounidense.

[3] Que se esmera por cumplir con los dictados de la planificación centralizada, aun cuando sus resultados estuvieran fracasando.

[4] Productor agropecuario dueño de tierras.

[5] Aitmátov, Chinguiz. El calvario de Abdías. Planeta. Páginas 225, 232, 252 y 269. Barcelona, España. 1988.

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