8 de septiembre de 2019
Apuntes Ciudadanos: DEBATE PRE ELECTORAL

El humor casi siempre se encuentra en nuestras sociedades y Alejandro Rojo Vivot (1) nos da ejemplos de esto y como hay que estar atentos a que se puede dar en las cosas mas simples. HUMOR, POLÍTICA Y AFINES CLXXXI
FOTO: ARV. LANDRÚ. TÍA VICENTA: AÑO III, Nº 43, PÁGINA 3. BUENOS AIRES, 3 DE JUNIO DE 1958
“No puede dudarse de que es más fácil y cómodo desviarse de una ruta mental iniciada que conservarse en ella, confundir lo heterogéneo que establecer marcadas antítesis, y sobre todo admitir como válidas consecuencias que la lógica rechaza o prescindir en la unión de palabras o pensamientos, de la condición de que formen sentido.
Y precisamente es esto lo que realizan las técnicas de que ahora tratamos. Mas lo extraño es que tal actividad de elaboración del chiste constituye una fuente de placer, siendo así que todos estos rendimientos defectuosos de la actividad mental sólo sensaciones de placer nos proporcionan en otros sectores diferentes”. (2)
Sigmund Freud (1856-1939)
Hay quienes casi únicamente se percatan que están frente a una humorada cuando reciben un anuncio en tal sentido, por lo que se pierden frecuentes oportunidades de sonreír, ya que la sorpresa está menguada por la alerta.
La visión frontal y rutinaria poco contribuye a encontrar, por caso, ironías.
Al respecto Peter Ludwing Berger (1929-2017) señaló que “lo cómico también es un interludio; literalmente, un fragmento musical o un juego intercalados. ¿Entre qué? Entre las actividades seria, mundanas, de la vida cotidiana, obviamente”. (3)
¿En una novela bélica de hondo dramatismo es posible encontrar numerosos párrafos humorísticos? Sí, pero debemos estar particularmente atentos.
“Roma era provinciana sin dejar por eso de ser una capital. Bullía de chismes y comidillas, encuentros casuales, golpecitos dados en la espalda, intrigas y buen humor. En Roma se practicaba ese desorden aparente de las instituciones sin el cual la vida ya no es posible. (…)
Ignoraban la política y la economía, pero sobre todo ignoraban la vanidad y la susceptibilidad.
Manzonatti era ahora director de una publicación política semanal, influyente a pesar de su reducida tirada. (…)
Jóvenes aristócratas italianos que vestían pulóver de Cachemira, acompañados por mujeres envueltas en tapados de visón que llevaban un galgo, se sentaban junto a intelectuales de caricatura que usaban anteojos con montura de acero y sobretodos de bolsillos deformados por los libros.
La gente compraba ʻPaesa Seraʼ, (4) el diario comunista, a un vendedor de expresión burlona que circulaba entre las mesas.
-No lo lee nadie –dijo Manzonatti-, pero lo que hoy está de moda entre nuestra juventud dorada es: el pulóver, esos enormes perros imbéciles, esas pequeñas estrellas de cine que pretenden asumir el aire desencantado de los personajes de Sartre o Moravia, el ʻPaesaʼ y el Alfa Romeo. Y, ¿cómo marchan esas elecciones presidenciales en Francia?
-Se le pide al pueblo francés continuar en el estado actual durante siete años más. ¿Qué piensan los italianos del general de Gaulle?
-No nos gusta y es fácil de comprender. Los italianos no podemos sino relacionar el régimen de de Gaulle con el de Mussolini, por más que los dos hombres sean muy diferentes. Benito salió del pueblo y del partido socialista; el general presidente francés salió de la burguesía y de la escuela de los jesuitas. Nosotros sabemos muy bien cómo se instalan en el poder los hombres providenciales y cómo después resulta difícil desembarazarse de ellos. Es menester que ustedes frenen rápidamente este proceso. Todavía es posible”. (5) (6)
(2) Freud, Sigmund. El chiste y su relación con lo inconsciente. Biblioteca Nueva. Tercera edición. Tomo I. Páginas 1098 y 1099. Madrid, España. 1973.
(3) Berger, Peter. Risa redentora. La dimensión cómica de la experiencia humana. Editorial Kairós. Página 41. Barcelona, España. Febrero de 1999.
(4) Fundado el 21 de enero de 1948, como edición vespertina de El País (Roma).
(5) Encabezó el Gobierno Provisional a partir de la liberación de Francia de la ocupación de Alemania, 1945- 1946.Su primera presidencia la obtuvo con el 78% de los sufragios y para lograr su reelección tuvo que participar de una segunda vuelta electoral. El ser derrotado en un Referéndum renuncia al poder y se retira de la política; en etapa fue primer mandatario de su país entre 1958 y 1969.
(6) Lartéguy, Jean. Nido en la tormenta. EMECÉ. Página 138. Buenos Aires, Argentina. Febrero de1976.
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