OPINIÓN
15 de abril de 2020
CARTAS ORGÁNICAS Y LAS MESAS DE DIÁLOGO
En esta oportunidad se da detalles de como funciona esta herramienta en las Cartas, lo importante de la participación ciudadana en las mismas, los distintos actores que pueden estar y otros aspectos muy importantes, por Alejandro Rojo Vivot.
FOTO: ARV. CAMINOS DE INNOVACIÓN EN CIUDADANÍA. CENTRO DE ANÁLISIS DE POLÍTICAS PÚBLICAS, UNIVERSIDAD DE CHILE. SANTIAGO, 2000
“La existencia abundante tanto de nuevas y diversas fórmulas de gestión pública ahí donde el estado es más cercano a la vida cotidiana de la comunidad, como de distintas modalidades asociativas por parte de esta última. Provengan del estado o de la sociedad civil, dicha respuesta refleja asimismo la búsqueda de instancias de reconocimiento y apoyo de parte de los actores que impulsan las distintas iniciativas”. [1]
Centro de Análisis de Políticas Públicas, Universidad de Chile
Las localidades, de alguna manera, son organizaciones complejas [2] estrechamente relacionadas con su entorno natural, entre otras muchas otras cuestiones que las caracterizan: “El Municipio de Ushuaia constituye una comunidad humana con autonomía plena, unidad territorial, identidad cultural, política y socio económica, vinculada mediante lazos de vecindad y arraigo cuyo fin natural y esencial es propender al bien común, mediante la participación de Sociedad y Gobierno en la definición y satisfacción de las necesidades del Conjunto”. [3]
La Mesa de Diálogo es una buena herramienta de participación ciudadana como, por ejemplo, ante situaciones multipartes donde intervienen varios actores de distintos sectores con, por caso, disímiles perspectivas, intereses, etcétera, de cualquier estamento: público, privado o ambos; a veces se exteriorizan abierta o solapadamente, con estilos personales e institucionales divergentes, historias que resurgen, politización, radicalización, personalismos, afanes de protagonismo mediático, etcétera.
La pueden convocar una entidad privada como una organización de la sociedad civil, el poder público, una universidad, un medio de comunicación social, etcétera. Habrá un coordinador designado formalmente.
Desde luego que todo el proceso tiene que poseer capacidad técnica y experiencia, prestigio como probada ecuanimidad. Debe ser aceptado por todos los participantes como requisito básico para avanzar.
Los eventuales colaboradores o asistentes pueden ser circunstanciales o permanentes, estarán o no en las sesiones; a veces permanecen en espacios próximos por si son requeridos.
Quienes integran la Mesa de Diálogo han de estar focalizados únicamente en la misma mientras transcurre la sesión; los cuartos intermedios contribuyen en muchos sentidos inclusive en lo personal, bajar tensiones, etcétera.
También deben estar claramente establecidas formalmente suficientes reglas y el compromiso cabal de cumplirlas como, por caso: durante el proceso abstenerse de hacer declaraciones públicas individuales, participar puntualmente de todas las sesiones, buena fe, dispuestos al diálogo, respeto por la diversidad y a cada integrante, etcétera.
El coordinador es independiente y sus aportes están, principalmente focalizados en el proceso por lo que no tiene que ser un acabado conocedor de la materia aunque ha de estar, al menos, informado.
A veces, las jornadas de trabajo son muchas y extensas, dependiendo de los avances que los involucrados generen.
[1] Equipo Académico, Programa Ciudadanía y Gestión Local, Centro de Análisis de Políticas Públicas, Universidad de Chile. Caminos de innovación en ciudadanía. Fundación Nacional para la Superación de la Pobreza y Centro de Análisis de Políticas Públicas, Universidad de Chile. Página 7. Santiago, Chile. 2000.
[2] Que intervienen múltiples y diversos factores, al unísono, concatenados, intercalados, divergentes, etcétera.
[3] Convención Constituyente. Carta Orgánica. Artículo 1°. Ushuaia, Provincia de Tierra del Fuego, Argentina. 2002.
Seguinos