Finalmente la organización de la Fiesta del Lago decidió abrir el anfiteatro a media mañana, para que ingresen las cientos de personas que comenzaban a armar fila de espera desde temprano.

Durante la fiesta el predio estuvo abierto durante todo el día, pero en la noche del domingo se anunció que permanecería cerrado durante toda la jornada, hasta poco antes del comienzo del show de Romeo Santos.

Según pudo saber Ahora Calafate, el cambio se debió a un pedido de los representantes del artista, que querían probar sonido durante la tarde sin público.

En un primer momento el municipio se reusaba a esa condición, pero finalmente fue la que pesó en la noche del domingo y s hizo público en el mismo anfiteatro.

Fuentes del municipio indicaron que por la mañana se hizo entender a la producción de Romeo Santos que podía ser perjudicial tener a miles de persona esperando en la calle, y que para evitar problemas entre el mismo público era preferible permitir el ingreso y que el público esperara ya en el interior del anfiteatro.

A media mañana se abrió la puerta principal y personal municipal y militantes comenzaron a controlar el ingreso de las personas, a las que se les pide que no ingresen elementos cortantes, bebidas alcohólicas, carpas ni sillas de ningún tipo.

Algunas latas de cervezas fueron quitadas de mochilas y carteras para permitir el ingreso de sus tenedores.

Un dato llamativo se dio a los pocos minutos de abrir el ingresó principal. Un hombre intentó entrar con una pistola. Explicó varias veces que era de la policía chilena (carabinero) y que tenía portación de armas, pero el hombre no pudo ingresar.

Hasta primera hora de la tarde, los controles estaban siendo realizados por personal civil que responde al municipio.

La falta de la Policía Provincial podría deberse a que no estaba contemplado que las puertas se abrieran a primera hora de la mañana como ocurrió.

La apertura de las puertas por parte del municipio abría generado controversias con la policía provincial. En el mismo acceso hubo discusiones entre un jefe policial y funcionarios del municipio por la diferencia de criterios al abrir las puertas del anfiteatro.

Pasadas las 13 horas las gradas comenzaban a ocuparse al igual que los primeros metros frente al escenario.

Los chilenos se cuentan de a cientos entre el público que espera desde temprano.

Ingresando con abrigos, almohadones, botellas de gaseosa, y tomando fotos y videos del anfiteatro, las familias trasandinas se adueñan de gran parte del campo del anfiteatro.