1 de junio de 2016
Rattazzi habló de la dificil situación automotriz desde El Calafate

La presentación de la nueva pickup Toro, de la marca Fiat en la Villa Turistica, fue el evento que aprovechó ayer el presidente de FCA (Fiat Chrysler Automobile), Cristiano Rattazzi, donde afirmó que el acuerdo comercial con Brasil perjudica a la industria automotriz nacional y que, de no modificarse, pone en riesgo la producción para el mercado local de vehículos.
Desde el Calafate, en donde presentó la nueva pick up Toro, le dijo a la prensa presente, que el actual convenio con Brasil, que vence el 30 de junio próximo podría hacer caer el 10% de la producción total de la planta de Ferreyra.
Remarcó que la situación puede debilitar mucho la producción de automóviles para el mercado nacional, "el 10 por ciento total y siendo tan baja, es una lástima perderla".
"Debemos buscar la integración en el mundo. Si lo volvieran a llevar a 1,9 (dólares) no es grave, simplemente garantizaría que no se cierren fábricas en Argentina", explicó.
Y continuó: "Pero seguir en 1,5 (dólares) como está ahora, en el caso nuestro, puede significar no fabricar más autos en Ferreyra para el mercado local".
Al advertir la crisis en Brasil y ante el derrumbe de las exportaciones, es que pide un dólar de transacción de casi 2 dólares.
"Es posible que la decisión sea no producir más autos en Ferreyra para el mercado local, es un efecto no deseado de una política de regulación que no sirve", graficó.
Además ratificó que las suspensiones a los trabajadores, continuará hasta fines de año: "no podemos seguir produciendo muchos autos a Brasil, que está en una crisis profunda", aseguró.
Rattazzi ahondó entonces en el diagnóstico del sector: "Necesitamos recuperar competitividad, negociar y cerrar acuerdos con otros países y regiones y escapar de la situación coyuntural de Brasil". Al respecto, se quejó del nivel actual del flex [la compensación entre importaciones y exportaciones en el marco del acuerdo automotor con Brasil, que vence el próximo 30 de junio], porque "daña" la posibilidad de que la industria local exporte a ese país.
A efectos de sostener la competitividad, afirmó, "necesitamos fuertes inversiones en infraestructura y servicios, en políticas de corrección de distorsiones impositivas, en la eliminación del flagelo inflacionario y de algunas regulaciones que sólo implican sobrecostos". Y abundó: "Tener un 30 o 40% de inflación es muy complicado. Es un problema que se debe solucionar lo más rápido posible. También hace falta una reforma fiscal amplia, que elimine impuestos distorsivos como el del cheque y el de ingresos brutos".
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