Un hombre y su cuñada fueron víctimas de de agresión y robo por parte de tres jóvenes, en las primeras horas de este domingo

El hecho ocurrió a dos cuadras de la Comisaría Segunda, sobre la calle Dr. Rodolfo Sánchez, que es la de ripio que pasa junto al supermercado La Anónima.

Eran aproximadamente las 6 de la mañana cuando Franco Otero (de 30 años) y su cuñada regresaban de un cumpleaños que tuvo lugar en la sede de la Comisión Atlética Juveniles, que está frente a la sede policial.

De regreso a su domicilio (sobre la Av. 17 de octubre), el hombre y la hermana de su mujer (22 años) caminaban por esa calle que no tiene iluminación, cuando de repente en medio de la oscuridad se les acercó un joven, quien les exigió que le den la plata y lo que tenían.

El hombre y la mujer se negaron y siguieron caminando. En ese momento aparecieron dos jóvenes más y directamente uno de ellos le dio una trompada en la cara. “Me metieron una piña en la nariz y lo que se me ocurrió fue correr para que me sigan a mí y no la ataquen a mi cuñada”, dijo Otero a Ahora Calafate.

El joven trabajador del PN Los Glaciares corrió unos metros pero fue alcanzado por los agresores, quienes lo arrojaron al piso y le pegaron patadas y golpes. Luego le robaron la billetera y se fueron caminando, sin atacar a la mujer.

Otero contó a este portal que muy dolorido llegó a su casa. Y a la noche se presentó a denunciar el hecho en la comisaría, donde además se dejó constancia médica de las lesiones que recibió.

En sede policial dijo que sus agresores tenían entre 20 y 25 años. No pudieron identificarlos entre las fotos del registro de personas con antecedentes. En cambio hicieron un identikit de dos de los tres jóvenes.

“Me crié acá en El Calafate, donde vivo desde los 6 años. Y es muy feo que esté pasando esto. Nunca me pasó nada ni me imaginé que vaya a pasar”, se lamentó Otero.

Este lunes, vecinos de otros barrios lo llamaron para decirle que habían encontrado algunos documentos, tarjetas y carnet suyos, tirados en la calle, como también la billetera, aunque no los 500 pesos que llevaba en ella.