28 de marzo de 2015
Conmovedores testimonios por el Día de la Memoria

Fueron los que brindaron Victoria Montenegro, nieta recuperada, y Delia Giovanola este viernes, ante un colmado auditorio que durante casi 3 horas, siguió atentamente sus relatos
El salón de Usos Múltiples del Centro Integrador Comunitario (CIC) quedó chico para albergar a tantos vecinos que se congregaron para escuchar los testimonios de Victoria Montenegro, nieta recuperada, y Delia Giovanola, una de las doce fundadoras de las Abuelas de Plaza de Mayo.
Más de 200 personas de todas las edades asistieron a la jornada enmarcada en el ciclo “De Conquistados sin Derechos a Derechos Conquistados”.
Primero se proyecto el documental “Hermanos de Sangre” que relata la búsqueda que realizó Virginia Ogando de su familia. Ella tenía apenas tres años cuando sus padres Jorge Ogando y Stella Maris Montesano -embarazada de ocho meses-, fueron secuestrados y trasladados al Pozo de Banfield.
Foto: Testimonio de Victoria Montegro
Cuando Virginia se hizo adolescente, apoyando la lucha de su abuela Delia, se dedicó a buscar a su hermano Martín, sobre quien se supo que había nacido en cautiverio y que había sido apropiado.
En 2010, el periodista de La Plata, Fabián Vítola, escribió y dirigió este documental en el cual relata la historia de Virginia. Un año después en agosto de 2011, la mujer de 38 años, sumida en un pozo depresivo decide suicidarse, arrojándose desde un piso 20 de un edificio de Mar del Plata.
Escuchar el testimonio de Delia Giovanola fue sencillamente conmovedor para los vecinos que acudieron a la charla. Una mujer de frases contundentes, con una lucidez intacta a sus 89 años, con un sentido del humor increíble frente a todo lo que sucedió, y con una mirada hacia el futuro que estremece.
Más extendidas aunque muy sentidas fueron las palabras de Victoria Montenegro, quien con lujo de escalofriantes detalles contó su historia. Narró cómo era su vida, como María Sol durante muchos años, convencida de que su padre, que terminó siendo su apropiador, era un héroe de guerra que combatió contra la subversión.
Foto: Delia Giovanola entrega un pañuelo de Abuelas al padre "Lito" Álvarez
Una historia plagada de momentos de angustia, de revelación de que todo lo que vivió era parte de una mentira que le fue impuesta. Un testimonio de asimilación y superación ante el conocimiento de su verdadera historia, como hija de una joven pareja salteña que fue asesinada, siendo arrojada en los denominados vuelos de la muerte, donde su apropiador tuvo directa participación.
Luego de los testimonios que arrancaron lágrimas en buena parte de la audiencia, varios vecinos realizaron preguntas que una a una fueron contestadas tanto por Victoria como por la abuela Delia, quien aprovechó la ocasión para regalarle al Padre Lito Álvarez un tradicional pañuelo que identifica a las Abuelas y Madres.
El aplauso de pie de todo el auditorio fue el reconocimiento a la lucha que ambas, junto a un gran grupo de abuelas, madres y nietos, para que aún casi 300 hombres o mujeres (hijos y nietos apropiados), puedan recuperar su identidad.
Seguinos