Miércoles 24 de Abril de 2024

OPINIÓN

2 de julio de 2017

APUNTES CIUDADANOS: CRÍTICA SARDÓNICA

Nueva entrega de la columna de opinión de Alejandro Rojo Vivot. HUMOR, POLÍTICA Y AFINES LXXVII

Por Alejandro Rojo Vivot [1]

"La política es quizá la única profesión para la que no se considera necesaria ninguna preparación".

Robert Louis Balfour Stevenson (1850-1894)


 

El humor puede revestirse con muy disímiles ropajes, a veces en forma explícita y otras como cubierta de lo que se busca velar: piel de oveja que disimula al lobo.

Cuando siglos después, las críticas a los contemporáneos siguen siendo válidas, es posible que estemos frente a conductas y valores profundamente arraigados y muy potentes.

El poder público y, eventualmente, el privado que inciden en la vida cotidiana de los individuos pueden distorsionarse de sobremanera a tal punto de desarrollarse autoritariamente, sobre todo, en beneficio propio y para perpetuarse.

La tan amplia Edad Media, muy rica en muchos aspectos, fue una época de cambios, de reacomodamiento del poder concentrado, donde los que menos tenían en general eran los que más sufrían; opinar distinto al discurso único prevaleciente significaba, por lo menos, persecución.

Uno de los tres primeros y principales escritores que emplearon el italiano para expresarse, fue, sin duda Giovanni Boccaccio (1313-1375); contribuyendo a que más personas con menos instrucción accedieran al libro y a las ideas, acelerando los procesos de libertad individual.

En su célebre “Decamerón”, (1353) con generalizado humor satírico, muchas veces procaz, describe mediante diez personajes, en cien relatos narrados a lo largo de diez días, que incluyen acontecimientos principales como la peste bubónica o negra en Florencia de 1348, parodias de los hombres y mujeres principales de época, con marcado acento anticlerical. Fue prohibido por la nefasta Inquisición de la iglesia Católica. No obstante ya se observaba el incipiente Renacimiento.

Los nombres de los personajes indican su perfil como el déspota Gerbino de la Ratta o los amigos de juerga: Tuerto, Rechoncho, Desmañado.

La obra busca rescatar a las mujeres y hombres comunes, con sus luces y sombras del obscurantismo de la resignación cristiana, tratando de bajar de los pedestales a los gobernantes; siempre con humor hasta el absurdo.

“Cuanto más, graciosas damas, pienso cuán piadosas sois por naturaleza, tanto más conozco que la presente obra a vuestro juicio un principio penoso y triste, tal como es el doloroso recuerdo de aquella pestífera mortandad pasada.

Humana cosa es tener compasión de los afligidos, y aunque a todos conviene sentirla, más propio es que la sientan aquellos que han tenido menester consuelo y lo han encontrado en otros.

Y como ya se ha dicho más veces entre nosotras, aunque Amor de buen grado habite en las casas de los nobles, no por ello rehúsa el señorío sobre las de los pobres y también en ellas muestra alguna vez sus fuerzas de tal manera que como poderosísimo señor se hace temer de los más ricos. (…)

Os mostraré cuál sea la estupidez de estos tales, y cuanto mayor sea la de quienes, estimándose más poderosos que la naturaleza, se persuaden (con fantásticos razonamientos) de poder hacer lo que no pueden y se esfuerzan por traer a otro a lo que ellos son, no sufriéndolo la naturaleza de quien es arrastrado. (…)

Otros, de bajo estado, (…) conocieron (no sin su muerte) que en el oro de las mesas reales se bebía el veneno (…)

Vale más actuar exponiéndose a arrepentirse de ello, que arrepentirse de no haber hecho nada”. [2]

La literatura y el humor abrieron muchos caminos y lo siguen haciendo.

 

[1] Expositor en el “Seminario Latinoamericano de Capacitación de Líderes en Discapacidad Mental”. Organizado por el Consejo Nacional de Discapacidades (CONADIS). Hotel Tambo Real. Quito, Ecuador. (1993).

[2] Boccaccio, Giovanni. Decamerón. Barcelona, España. 1971..

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