20 de abril de 2015
Puig propone el “impuesto al turismo”.

El “gurú de las ciudades” disertó en nuestra ciudad. Analizó las fuerzas y debilidades de El Calafate. Propone crear el “impuesto al turismo” para financiar las mejoras que necesita el destino.
El llamado “gurú de las ciudades” es de la idea que El Calafate cobre un impuesto al turismo: una suma fija que deberían pagar los turistas cuya recaudación sea destinada a realizar un plan de trabajo que ubique a El Calafate dentro de una privilegiada lista de destinos turísticos internacionales.
Toni Puig disertó en nuestra ciudad como parte de una gira argentina que también la llevó a presentarse en Río Gallegos y El Chalten.
El viernes a la noche, el catalán habló ante unas 80 personas que se dieron cita en el quincho del club Lago Argentino.
Su llegada a la localidad fue organizada por el sector del radicalismo local que lideran la diputada nacional Susana Toledo y el dirigente Ricardo Patterson.
Luego de una disertación de casi una hora, Puig habló con un periodista de Ahora Calafate, entrevista en la que dijo que arrojó la idea del cobro de un “impuesto al turismo”.
“Una de las cosas que yo haría es poner un impuesto turístico. Esto no es contraproducente al destino. Por ejemplo, en Barcelona hubo una gran polémica por el impuesto turístico, y nadie se ha quejado. Porque cuando ofreces calidad, nadie se queja”, dijo.
Puig dice que el cobro de ese impuesto debería servir como financiamiento para un plan de trabajo de unos 15 años, en los que El Calafate se debería ordenar urbanísticamente, y generar acciones de cultura y para una contaminación cero: tres aspectos que pondrían a nuestra ciudad en los primeros lugares de preferencia mundial.
Comentó que el impacto que generan los glaciares en los turistas, debe ser compensado con la generación de actividades culturales dentro de la ciudad para que existan alternativas de esparcimiento. “Cuando a la mañana voy a ver al Perito Moreno, me caigo de rodillas por su espectacularidad, cuando a la tarde vuelvo a la ciudad también me caigo de rodillas pero de aburrimiento”, comentó el Puig.
Conocido mundialmente como uno de los responsables del efecto Barcelona, ciudad que en 20 años se ubicó en los primeros lugares del turismo europeo y en el ranking de calidad de vida, Puig también consideró que El Calafate debería mejorar su organización urbanística.
Trató como “inhumano” la característica que exista tanto espacio libre entre las distintas manzanas de los barrios periféricos.
Sentenció que si muchos terrenos no son ocupados por efecto de una especulación, “debe intervenir el municipio" incluso llegando a la expropiación.
“Veo un solo Calafate, pero con diferencias. Es mucha la diferencia entre el centro como nudo de la actividad turística y los barrios periféricos”, comentó.
Además consideró que la ciudad “no debe crecer un centímetro mas”, hasta que no termine de llevar el equipamiento urbano como veredas y pavimento a los barrios periféricos.
Y también aconsejó que El Calafate no crezca mas allá de los 25 mil habitantes. En el futuro, donde mejor se va a vivir será en las ciudades de tamaño medio”, comentó.
Enfatizó que nuestra ciudad debe hacer del cuidado del medio ambiente una política de estado, pero también un argumento de venta para el marcado internacional. “El Calafate debe tener contaminación cero”, dijo.
Comentó que el trabajo a realizar no tiene que ser cuestión del municipio, sino que deben ayudar la Provincia y la Nación, pero también el sector privado y buscando financiamientos como el “impuesto al turismo” y financiamiento internacional.
Toni Puig también consideró que tiene una base sólida para ser un destino internacional de primer nivel internacional, por los glaciares únicos en el mundo y la calidad de los servicios turísticos que presenta en la actualidad.
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