A quienes transitaban el sábado por la mañana la ruta 11 en dirección al aeropuerto o llegando a El Calafate,  les llamó la atención ver una caravana de vehículos de fuerzas de seguridad y un móvil sanitario.

Muchos pensaron que se trataba de una emergencia por un accidente. Un chequeo de la información permitió conocer que se trata de un procedimiento ordenado por el juzgado federal de Río Gallegos para hacer detonar una granada.

El protocolo de seguridad en estos casos establece que deben tomarse todos los recaudos de seguridad para efectuar el procedimiento, que se llevó a cabo en la cantera ubicada en una estancia cercana.

El artefacto es una granada de mano (tipo Fm K8), que es utilizado para instrucción. No contiene explosivos de poder y solo es de humo. Según pudo conocer Ahora Calafate, la granada fue llevada semanas atrás por un vecino que la llevó al Escuadrón de Gendarmería, diciendo que la había encontrado.

El artefacto se encontraba al resguardo en predio del Escuadrón 42. Para cumplir la orden del juzgado federal viajó desde Río Gallegos el móvil de Brigada de Explosivos perteneciente a la Superintendencia de Bomberos de la Policía de Santa Cruz.

El artefacto se guardó en una tolva para ser trasladada a la cantera, guardando todos los protocolos de seguridad, que incluye el apoyo logístico brindado por la Gendarmería Nacional, la Dirección Zona 4 de Bomberos, la Unidad 21ª, la policía provincial y una ambulancia del SAMIC. En total el operativo demandó casi tres horas, culminando cerca de las 13.30 horas del sábado.