FOTO: ARV. REVISTA CARAS Y CARETAS, CONTRATAPA. BUENOS AIRES, 9 DE AGOSTO DE 1902

“Resulta, pues, la comicidad susceptible de ser separada de las personas siempre que de antemano conozcamos las condiciones en que las mismas resultan cómicas. De este modo nace la comicidad de la situación, y con tal conocimiento aparece la posibilidad de hacer resultar cómica, a voluntad, a una persona, colocándola en situaciones en las que dichas condiciones de lo cómico se muestran ligadas a sus actos”. (2)

Sigmund Freud (1856-1939)

Peter Ludwing Berger escribió que “La tragicomedia tiene sus límites. Entre los asistentes a un funeral que pueden divertirse y sentirse consolados por las ocurrencias de los niños, lo más probable es que no figuren los deudos más directos. Existe un dolor tan profundo que excluye la posibilidad de la tragicomedia”. (3)

En 1882 Eugenio Modesto de las Mercedes Cambaceres Alais describió con amargo sarcasmo a la Legislatura Nacional, de la que integró como diputado. Desde luego que muchos otros miembros no están incluidos en este particular retrato pues, con su quehacer partidario, dignificaron la Democracia.

“Acto segundo

El republicano cuadro o, lo que es lo mismo, la sangrienta y vergonzosa farsa, sale luego de manos de las comparsas, cambia de escena y va a reproducirse en el encumbrado teatro de las Cámaras.

Aquí, los saltimbanquis o sea los histriones o, si se quiere, los padres de la patria, hablando con reverencia, antes de abrir sus puertas al público, con el teatro en tinieblas y entre gallos y media noche, tienen sus sesiones artísticas de alta escuela, sus correspondientes ensayos en que, bajo la forma de gatuperios (4) y escamoteos, despedazan el libreto de la pieza, rayan la colaboración de los necios que, representando la honradez política y la pureza del sufragio, han hecho por imprimirle un sello de legalidad y de justicia, suma acá, restan allá, cortan y tajean acullá, hasta transformarlo de malo que era, en peor, en un pastel indigesto amasado por el patriotismo, en un asqueroso bodrio (5) al gusto de galgos o podencos, (6) según sean sus adversarios podencos o galgos y galgos o podencos ellos mismos.

Llega el anhelado día de la première y tomadas todas las precauciones del caso por si se arma alguna grande, prevenida la policía y un par compañías de línea por si se enreda el pandero, el templo augusto de las leyes se ve invadido por una concurrencia inmensa y elegida… entre las últimas capas de la sociedad: asesinos y ladrones, vagos, borrachos y compadres, ternes (7) de pelo en pecho, revólver en la cintura y cuchillo en la liga, reclutados y arreados ad hoc para solemnizar el acto con su presencia, simbolizando la majestad del pueblo soberano. (8)

Al respecto es oportuno recordar que el florentino Niccolò di Bernardo dei Machiavellique (Nicolás Maquiavelo) (1469-1527) apuntó: “Juzgo imposible describir las cosas contemporáneas sin ofender a muchos".

Salvando algunas prácticas actuales, en el Siglo XXI…