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12 de agosto de 2019

APUNTES CIUDADANOS: DEMOCRACIA DÉBIL

FOTO: ARV. REVISTA TÍA VICENTA. BUENOS AIRES. 9 DE SEPTIEMBRE DE 1958

HUMOR, POLÍTICA Y AFINES CLXXVII

Por Alejandro Rojo Vivot [1]

 

“Lo cómico aparece primeramente como un involuntario hallazgo que hacemos en las personas; esto es, en sus movimientos, formas, actos y rasgos característicos, y probablemente al principio tan sólo en sus cualidades físicas, pero luego también en las morales y en aquello en que éstas se manifiestan. Más tarde, y por una especie de personificación muy frecuente, encontramos lo cómico en los animales y en objetos inanimados”. [2]

Sigmund Freud (1856-1939)


 

El escritor argentino del Siglo XIX Eugenio Modesto de las Mercedes Cambaceres Alais (1843-1889) incluyó como una “farsa política en cuatro actos” sus humorísticos comentarios republicanos de su época que, en algunos casos, también los observamos en el Siglo XXI, recordando que el voto popular es una magnífica herramienta democrática.

Acto primero

Escándalo mayúsculo disfrazado de elección popular en que vota todo el mundo, es decir, todos los criollos habidos y por haber, aún los difuntos que, desde el hoyo donde se pudren en la Recoleta o en la Chacarita, suelen mojar prestando el continente de su nombre y de su voto.

Para ello, basta que el bolsillo del jefe del grupo o caudillo de parroquia se halle provisto de una boleta de inscripción en el Registro Cívico a nombre del postulante y que éste tenga papeleta de Guardia Nacional, aunque no tenga en que caerse muerto y haya pasado su vida alternando entre la Penitenciaría, donde se paga el lujo de sus vicios tendido a la bartola por cuenta del país en un cuarto cómodo y ventilado, con sus horas de recreo en los jardines y sus buenas raciones de puchero, asado y pan amasado expresamente para él; los batallones de línea, de donde se alza con el santo y la limosna, como y cuando se le antoja, si no le cuadra el papel de defensor de la honra y de la dignidad nacional; los lupanares y las pulperías, en los que concluye de perfeccionar su educación republicana.

Durante el mes anterior al bochinche, vive en familia con los otros de su calaña, a rancho y puerta cerrada (por las dudas), racionado con los á compte [3] de los sueldos y pitanzas [4] de los candidatos. Del cuero salen las correas. [5]

Suena la hora, llega el instante solemne y el maestro de ceremonias, algunos de los que manejan los títeres, lo enderezan entonces a ejercer sus funciones soberanas, es decir, a votar por cinco pesos sin saber para qué ni por quién, una, dos y hasta tres veces si cuela, llamándose primero Juan, luego Pedro y después Diego, ya barbudo, ya afeitado, con un gorro de vasco en la cabeza o un sombrero de panza de burro [6] encasquetado hasta los ojos y, si acaso, a armar también la de Dios es Cristo, alguna de tiros y puñaladas, robándose los registros de la mesa a una seña del caudillo que ve el negocio mal parado”. [7]

 

 

[1] Expositor en las “XVII Jornadas Nacionales de Trabajo Social”. Federación Argentina de Unidades Académicas de Trabajo Social y la Federación Argentina de Asociaciones Profesionales de Servicio Social. San Martín de Los Andes, Provincia del Neuquén, Argentina. (1993).

[2] Freud, Sigmund. El chiste y su relación con lo inconsciente. Biblioteca Nueva. Tercera edición. Tomo I. Página 1137. Madrid, España. 1973.

[3] A cuenta.

[4] Alimentos distribuidos diariamente a necesitados o que, por alguna razón, están eventualmente a resguardo como puede ser refugiados por una inundación.

[5] Refrán: teniendo lo principal el resto se conseguirá o como fanfarronada autoelogiando la capacidad propia.

[6] Empleado por criollos rioplatenses, que con el tiempo fue extendiéndose en su uso y variando en su confección, incluyendo el empleo de otros materiales.

[7] Cambaceres Alais, Eugenio Modesto de las Mercedes. Pot-pourri. Silbidos de un vago. AGEA. Páginas 54 y 55. Barcelona, España. 2001.

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