Miércoles 17 de Abril de 2024

OPINIÓN

9 de febrero de 2020

Apuntes Ciudadanos: CARLO COLLODI

Cuando la obra de un escritor y periodista, en este caso italiano, utiliza el humor para describir la realidad de su época utilizando un personaje como Pinocho hace dos siglos, hoy mas que nunca ese muñeco de madera tendríamos que tener presente. Por Alejandro Rojo Vivot (1). APUNTES CIUDADANOS CCIII

FOTO: ARV. REPRODUCCIÓN DEL DIBUJO ORIGINAL DE PINOCHO (1887)

 

 

“Chiste verbal o retruécano: un cantante, Edmundo de nombre, y tan famoso por su gordura como por su voz, tuvo que sufrir que se empleara el título de una obra teatral, inspirada en una conocidísima novela (2) de Julio Verne, como alusión a su poco elegante físico. (3) La frase El viaje alrededor de Edmundo en ochenta días se hizo pronto popular”. (4)

 

Sigmund Freud (1856-1939)

 

Tengamos presente que luego de un largo proceso de consolidación nacional o unificación, en 1861 se constituyó el Reino de Italia hasta 1946 pues en ese año un triunfante (54,3%) referéndum, donde votaron por primera vez las mujeres, aprobó la República y su Constitución. (5)

Por lo menos en la Florencia de fines del Siglo XIX, con frecuencia fue conveniente publicar ideas y opiniones con cierta prudencia, como lo supo muy bien el escritor y periodista Carlo Lorenzo Filippo Giovanni Lorenzini (Carlo Collodi), (1826-1890), (6) ya que, por caso cuando trabajó en el periódico satírico Lampione, en 1849 fue clausurado por el Gran Duque de Toscana en 1849 hasta 1860.

En 1876 publica su obra con sentido irónico sobre la unificación de su país: “Minuzzolo e Il viaggio per l'Italia di Giannettino”, inspirado en “Giannetto” (Juanito) del escritor pedagogo y responsable de la “Oficina de Revisión de Libros e Impresos”, (1844-1846), Alessandro Luigi Parravicini (1797-1880).

Algunos de sus trabajos con humor político fueron: “Macchiette”(1880), “Occhi e nasi”(1881) y “Storie allegre”(1887).

También tengamos presente lo relatado en 1881, con respecto a lo sucedió en Cazachitrulos: “Desesperado, volvió corriendo a la ciudad y fue directamente a los tribunales para denunciar ante el juez a los sinvergüenzas que le habían robado.

El juez era un enorme mono de la raza de los gorilas. Un viejo mono respetable por su larga edad, por su barba blanca, y especialmente por sus lentes de oro, sin cristales, que tenía que usar en forma permanente por una enfermedad de la vista que padecía desde hacía muchos años.

Pinocho contó con pelos y señales el fraude del que había sido víctima. Dijo los nombres, apellidos y señas particulares de los tramposos, y terminó pidiendo justicia.

El juez lo escuchó con gran benevolencia. Cuando el muñeco no tuvo nada más que decir, el juez alargó el brazo e hizo sonar una campanilla.

Ante ese llamado se presentaron dos mastines vestidos de gendarmes.

El juez les dijo, señalando a Pinocho:

-A este pobre diablo le robaron cuatro monedas de oro. Deténgalo y métanlo en la cárcel.

Al oír la sentencia el muñeco se quedó con la boca abierta. Quiso protestar, pero para no andar perdiendo tiempo los gendarmes le taparon la boca y se lo llevaron al calabozo.

Y allí estuvo durante cuatro meses. Cuatro larguísimos meses”. (7)

Las peripecias del joven muñeco de madera humanizado fueron muchas, en donde en cada una se identifica estampas de la época y la línea conductora del relato: la verdad como premisa fundamental.

En el Siglo XXI recordemos siempre a Pinocho.

 

[1] Presidente de la Asamblea Tarifaria Transporte Colectivo de Pasajeros. Resolución Subsecretaría de Gobierno N° 007/2014. Municipalidad de Ushuaia. (2014). 

(2) Le Tour du monde en quatre-vingts jours. (1872).

(3) “Elegante físico” es un buen ejemplo de una ironía empleada por Sigmund Freud en un ensayo científico.

(4) Freud, Sigmund. El chiste y su relación con el inconsciente. Biblioteca Nueva. Tercera edición. Tomo I. Página 1070. Madrid, España. 1973.

(5) Desde ese mismo año el General Juan Domingo Perón fue Presidente de la Dictadura que gobernó Argentina; un año antes se había casado con María Eva Duarte (1919-1952). Hasta que gobernó en democracia no logró impulsar con éxito su proyecto iniciado en 1945 con respecto al voto femenino. Fue la primera vez que se empleó el voto directo (Constitución de 1949).

A nivel nacional las mujeres votaron a partir de 1951, por la Ley N° 13.010 aprobada por el Congreso en 1947.

Desde 1928 en la Provincia de San Juan las mujeres tuvieron derechos políticos; en 1934 Emar Acosta asumió como legisladora en la Cámara de Representantes provincial.

(6) Nació en el Gran Ducado de Toscana y falleció en el Reino de Italia, aunque en ambos casos fue en la misma ciudad: Florencia; casi como una humorada política.

(7) Collodi, Carlo. Las aventuras de Pinocho. Editorial Colihue. Páginas 84,85 y 86. Buenos Aires, Argentina. Julio de 1999.

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