A un día del comienzo de la fiesta, en el Anfiteatro se ultiman detalles y comienza el armado del escenario.

Algunas conexiones eléctricas y detalles menores en algunos pocos sectores es lo que se ve como acciones de trabajo en estas horas.

El escenario comenzó a tener el movimiento propio de un espectáculo con los sistemas de iluminación y sonido que comenzaron amontarse.

Mientras tanto, vecinos de la ciudad y turistas que empiezan a llegar para los primeros números toman al anfiteatro como lugar obligado de paseo.

Son varias las familias que gastan tiempo sentadas un buen rato en las gradas, apreciando la nueva infraestructura e imaginando como se verá el show del sábado de Calle 13, el de La Oreja de Van Gogh el domingo, o el de Carlos Baute y Catupecu para el lunes.

No son pocas las fanáticas que también piensan en cómo serán los movimientos para la noche de Romeo Santos, con siempre el anhelo de un saludo o fotografía.

Este año será más difícil acceder a los artistas antes y después de su presentación. Atrás quedó el alambrado con policías que más de una o un joven lograban sortear para llegar al sector trasero del escenario y tratar de convencer a los artistas descendieran de los colectivos antes o después de subir del escenario, para tomarse una imagen.

Ahora hay rejas y hasta un vidriado especial que separa el sector trasero del escenario con el sector del público.

Hasta esta semana quien visitaba el predio podía incluso subir al escenario, desde donde se sacaron cientos y cientos de fotografías. Pero ya en estas horas es imposible por el trabajo de instalación de las luces y equipos de sonido.

El mangrullo donde se ubica la consola central del sonido y los seguidores de la iluminación ya está en pie, otro de los indicativos que la fiesta está por comenzar.