Hay muchas causas que pueden hacer demorar un vuelo y a veces consiguientemente producir su cancelación.

Estas causas se deben a diversos factores que pueden ir desde medidas del orden gremial a muchas otras, pero las causas más comunes e importantes son las que afectan directamente a la seguridad de los vuelos. Sin dudas dentro de estas causas que afectan la seguridad operacional, tenemos los factores meteorológicos. Dentro de ellos podemos hallar la Niebla(-1Km) o Neblina(+1Km) como uno de los factores que más cancelaciones produce, porque como lo hemos visto en nuestro aeropuerto, cuando llega la niebla pareciera que viene para quedarse y esos dura muchos días.

Pero bien, cual es el mal que produce la niebla que parece tan inofensiva y tranquila. Básicamente la niebla es el peor enemigo de las operaciones aéreas primero porque dura mucho y es difícil planear cuanto se va a quedar en el lugar y luego reaparece cuando el sol disminuye y la temperatura comienza a bajar. Diferente es una tormenta que cuando llega, viene con todo y hace su descarga yéndose luego a las pocas horas de producida y dejando que las operaciones se retomen al poco tiempo.

Otros factores meteorológicos tienden a tener periodos cortos duración lo que lo hace menos interruptor a las operaciones que la mencionada niebla o neblina.

¿Pero que hace que la niebla afecte a los vuelos? La niebla quita uno de los parámetros principales que deben tener las aeronaves cuando aterrizan o despegan, deben hacerlo en condiciones de contacto visual con la pista. Tengan en cuenta que un avión de pasajeros en la fase final del vuelo, próximo al toque vienen volando a una velocidad de 200 km/H aprox. Y deben apoyar sus ruedas con todo el peso del avión en la superficie de manera que ese impacto no dañe los pasajeros ni la propia aeronave. Por ello desde el punto de vista de la seguridad eso solo es posible cuando se cuenta con un contacto visual del piloto con la superficie y se completa un aterrizaje visual o bien si se cuenta con un modernísimo equipo que sumado a la pericia del piloto y la aviónica de la aeronave podrían hacer aterrizar sin contar con visibilidad.

Existen equipos de navegación con radioayudas y sistemas de navegación satelital que guían al piloto hasta la pista y tienen la capacidad de centrarlo a la pista que se aproxima. Por eso un avión puede volar toda la fase de su vuelo entre nubes sin ver nada del exterior y aun así llegar hasta el aeropuerto sin chocarse con nada, porque su vuelo instrumental así lo permite. Lo que no puede es aterrizar sin ver la pista(al menos en nuestro aeropuerto)

Las radioayudas o GPS guiaran al avión hasta la pista de aterrizaje y lo dejaran a un punto donde tenga que finalizar esa aproximación con referencias visuales, sin no logra ver la pista en esa altitud de decisión, el comandante de la nave debe realizar una aproximación frustrada y continuar a la espera del mejoramiento de las condiciones o dirigirse a su alternativa.

Aeronáuticamente denominamos esta condición como aeródromo bajo mínimos meteorológicos, ya que la expresión aeropuerto cerrado solo se usa para cuando una pista de aterrizaje se encuentra bloqueada y no permite que nadie pueda utilizarla. Sobre los fenómenos Met se usa la primera expresión. Esto es porque según el tipo de aeronave un aeropuerto puede estar bajo mínimos para un vuelo de determinado porte y no para otros que tienen menor velocidad de aproximación y por ende pueden operar con menor visibilidad (a mayor velocidad, mayor visib). También cuentan los equipos que tienen las aeronaves a bordo y si las radioayudas en el aeropuerto como ser el ILS están en funcionamiento optimo.

¿Qué es el ILS y que función cumple?

Es un sistema de aterrizaje instrumental, básicamente le da al piloto dos parámetros para que llegue a la pista y toque en el punto exacto que debe hacerlo para que pueda frenar ocupando lo que queda de pista. Esos dos parámetros son localizador que lo lleva a estar centrado a la pista y el otro le da una pendiente de descenso correcta. El piloto visualiza su equipo ils en el avión y hace las correcciones que deba para que se mantenga alineado a la pista.

Existen muchas categorías de ILS y dependiendo de ellas está la precisión y la capacidad de brindar parámetros seguros con más o menos visibilidad, pero no solo es el equipo ILS sino también en el resto de la infraestructura del aeropuerto, ya que a mas categoría que permite operar con menos visibilidad, se requieren más iluminación en la pista (con luces empotradas en el suelo, por ej.)

Entonces al evaluar los costos/beneficios que generarían la implantación de estos sistemas con mayor categoría que puede llevar hasta una operación con visibilidad cero, donde la aeronave prácticamente aterriza con piloto automático y sin ver nada de la pista, se evalúan todas las operaciones que dispone un aeropuerto y cuantas cancelaciones se producen por año. Y a partir de allí saber si es conveniente la implantación de un ILS CAT III B o CAT III C.

Acá tenemos un aterrizaje casi a visibilidad cero donde el aterrizaje se realiza con piloto automático   

Pero sucede que en nuestro aeropuerto contamos con un moderno ILS que permitiría una operación con menos visibilidad de la actual, pero la infraestructura del aeropuerto no permite extender la categoría del mismo. Se debería instalar una serie de luces que deben empotrarse en la pista y ese trabajo hace que la pista no esté operativa por un tiempo extenso que puede ir desde un mes o más, dependiendo lo que duren los trabajos de instalación del nuevo sistema de luces. Eso hace evaluar los costos beneficios de la implantación de un sistema más avanzado de una manera más critica, ya que no es solo comprar el equipo sino también dejar la pista inoperativa un tiempo prolongado.

Al no tener las luces suficientes para las aproximaciones ILS en nuestro aeropuerto no se cuenta con una CAT específica pero se permite operar con hasta 1200 mts de visibilidad. Aunque no se tenga en cuenta el techo de nubes y solo se evalué la visibilidad horizontal al determinar si un aeropuerto está bajo mínimos, si el techo de nubes está muy bajo puede llegar a producir que los vuelos se cancelen ya que al estar por debajo de la altitud de decisión y no dejar al piloto ver la pista, el mismo debe frustrar su aterrizaje.

Por ello, mal que nos pese a todos habrá que armarse de paciencia y esperar que mejoren las condiciones y las operaciones vuelvan a la normalidad cuando el viento que es nuestro molesto en el verano, cuando no está durante un largo periodo nos lleva a extrañarlo y mucho!!

Nicolás Fernández

Instructor de Torre de Control