El ex MIDACHI se presentó el sábado a la noche en el escenario del Centro Cultural, con lleno total.

Originalmente el espectáculo se iba a dar en el SUM municipal de Avenida del Libertador, con capacidad para unas 400 personas, pero la venta de entradas llegaría a la mitad de esa capacidad por lo que la producción decidió buscar un lugar mas chico.

El humorista hizo su monólogo de casi dos horas, basado en “los tiempos de antes”.

Con casi 60 años, Brieva relata en primera persona su infancia y adolescencia. Utiliza vivencias y personajes de su familia para describir la típica vida de una familia santafesina de cinco décadas atrás.

El público se refleja en las vivencias y se ríe a carcajadas, aplaude y se emociona a lo largo del relato.

Al mismo tiempo, el cómico se encuentra abierto y expectante del auditorio. Interactúa con el público y se muestra rápido en diferentes reacciones.

Los chistes fáciles sobre condiciones físicas o sexuales de personas es el punto flojo, porque aun sin quererlo, puede poner incómoda a alguna persona que haya pagado hasta 550 pesos de entrada.

Política

Es inevitable no vincular la actuación de Dady Brieva a la política y en particular al kirchnerismo.

La defensa de las políticas kirchneristas que hiciera meses atrás le costó el rechazo de varios sectores contrarios, razón por la cual  tuvo que levantar presentaciones en varias provincias.

Brieva y su espectáculo tienen ahora chapa de “kirchnerista”, aunque sus monólogos no sean sobre la actualidad política.  Es cierto que no duda en cerrar su presentación con un “viva Perón”, porque se declara “peronista”.  Y si bien hay algún chiste sutil al actual presidente Mauricio Macri, el monólogo va para otro lado. Entre recuerdos de una sociedad ya olvidada, su relato también es una autocrítica y llamado a la reflexión sobre la actual vida familiar.

A Río Gallegos y El Calafate lo trajo el empresario Jorge “Topo” Devoto, publicista ex montonero, ligado a Néstor Kirchner desde antes que el santacruceño fuera presidente.

Además, en El Calafate se dio algo no ocurrido en otras presentaciones de “DadyMan”. La ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner fue a ver el show.

CFK permanece este fin de semana en esta villa turística, y aceptó la invitación de Devoto para ocupar una butaca del centro cultural.

No estuvo en la primera fila, sino unas cuatro  mas atrás. La ex mandataria llegó al centro cultural cuando la mayor parte de unos 300 asistentes ya se había acomodado en sus lugares. Tres custodios fueron los encargados de abrir paso aunque dejando que el público pudiera acercarse y tomarse una “selfie” con la ex presidenta.

El ingreso de Cristina al sector de butacas significó el primer aplauso de la noche. Luego todo fue de Brieva. El cómico mantuvo el orden de su espectáculo. La nombró recién al final, mientras daba media vuelta para irse del escenario diciendo “gracias por venir jefa”.