Sábado 20 de Abril de 2024

18 de octubre de 2016

Corrió tres Ultra en 60 días

El ultramaratonista Rafael Lim corrió en agosto la Frontera Trail de 6oK, en septiembre la Ultra Trail Torres del Paine 50K y el último fin de semana participó en la The North Face Endurance Challengue en Santiago de Chile 50K. El propio deportista lo cuenta en primera persona y aquí su crónica.

“La noche anterior a la carrera traté descansar lo máximo posible. Hace días que sentía el cuerpo muy cansado, y las horas de viaje en bus y avión, aunque parezcan que no, me di cuenta que cansan bastante.  Al día siguiente estaría corriendo mi 3er ultra en 60 días. Algo impensado hace unos años; pero que estaba decidido a aprovechar las oportunidades que se me habían presentado. El no querer decirle que no a las invitaciones de Fronteta Trail (60K) en Agosto, y a Ultra Trail Torres del Paine (50K) en Septiembre, iban a dejarme las piernas “muy cargadas” y con muy poca recuperación. Prácticamente las carreras, terminaron siendo parte del entrenamiento.

Preparé para despertarme a las 04.00 AM para poder estar listo en una hora, ya que las 05.00 AM Karla y Fernando (hasta la semana pasada sólo éramos contactos por red social, hoy, son mis amigos que me dieron las carreras), ellos pasarían por mí para ir juntos a la largada. Habíamos cenado la noche anterior y coordinado para ir con Fernando, quien también correría la misma distancia (50K). 

Ya una vez en San Carlos de Apoquindo (Campamento Base _ Largada y Llegada), todo pasó rápido. Caras conocidas, y reencuentro con amigos; fue con Jorge Verdugo, con quien terminamos juntos la “odisea” Vulcano 73K en 2015, que pactamos el encuentro para correr esta ultra juntos nuevamente; pero también me encontré con amigos que me dio la montaña y con quienes compartí ultras como Mauricio Sepúlveda, Jeison Costa y Mauricio Gallegos.

También pude conocer en persona a quienes el mundo del ultra trail me permitió estar en contacto, como “el Profe” Alejandro Soto Bocaz, o Ale Bazán, ambos muy buenos corredores que buscaron estar presentes este gran desafío. Pero no hubo mucho tiempo, porque a los pocos minutos estaba junto a más de 500 corredores en el encajonamiento, todos con sus frontales encendidos iluminando la noche. Mientras la voz a cargo de la organización sobresalía por sobre todas las voces de los corredores y de la música de ACDC.

La clásica cuenta regresiva para salir atrás de cientos de corredores, quienes se alejaron rápido e iluminaron el sendero que marcaba la dirección de la carrera. Los 1eros 20Km eran cruciales en mi estrategia para esta ultra. En esos km debía mantener un ritmo constante (así me dijo Juli), que me permitiera llegar al tiempo de corte en el km29, para poder continuar. Tenía que poder hacer un buen 1er ascenso de 8K y unos 3K de descenso; descenso que resultó ser bastante más  técnico de lo que suponía (partes con pendientes fuertes). Recuerdo haber visto mi crono, y logré pasar ese 1er PC con poco más de 1h50´.

Después de ese 1er ascenso continuaba otro aún más fuerte para llegar al punto más alto. Desde ese punto comenzaba un descenso muy técnico de un sendero lleno de piedras que a más de uno hizo tropezar y caer. Vi a una chica del grupo de Mendoza, que cayó de rodilla y se “abrió” una herida que manchó de sangre su pierna. Fue en ese tramo que volví a torcerme el tobillo izquierdo. Ahí me di cuenta que, o bien había un problema en la “biomecánica” en el movimiento de mi pie (mi pisada), o bien no me había recuperado de Paine cuando me torcí ese mismo tobillo en el km12 de carrera.

Esa hora y media de descenso rápido hizo sentir el esfuerzo en los cuádriceps, que a esa altura se sentían como “piedra” de lo agarrotados que estaban. Traté de seguir manteniendo un ritmo que me permitiera avanzar ligero sin tener que parar para tener que recuperar. A esa altura todavía sentía que el tiempo de corte estaba “lejos”. Recién estaba transitando poco más de 10K de carrera. Ese último tramo para llegar al puesto de abastecimiento fue entre árboles y arbustos con un “falso plano” que te entusiasmaba para avanzar un poco más ligero.

En el 1er puesto de abastecimiento me encontré con Ronald Cristinich con quien ya compartí las ultras más duras que corrí hasta hoy (Ultra Fiord 100K y 141K). Recuerdo que llené mis botellas con agua e isotónica y comí un trozo de banana. Junto a Ronald seguí varios minutos en ese 2do ascenso, el más duro y más extenuante hasta llegar a los 1.865 msnm. Pero de a poco me fui quedando y terminé haciéndolo solo esa parte de la carrera.

Si bien estaba rodeado de otros corredores, como siempre, tenía en mente mi propia carrera, sin mirar o seguir a otro. Durante el descenso me estaba quedando sin líquidos y eso comenzó a preocuparme. Ya estando casi en las 4hs de carrera, el tiempo de corte se estaba acercando rápido, me crucé con Max Keith, corredor The North Face, y ganador del Endurance Challenge en la distancia de 50K. Y más adelante lo vi Israel Escudero, que corría los 160K, un tremendo ultra que las carreras me permitieron conocer. A ambos choqué manos y recibí aliento. Pero cuando comencé a pensar nuevamente en el horario de corte, apareció el PC y Abastecimiento.

Recargué todas mis botellas y comí muchos frutos secos (llené un bolsillo de pasas maníes y almendras); y las galletitas “Mini Rex” me dieron un “plus” y algo salado que necesitaba. Desde ese punto tenía un ascenso importante de 3K para luego descender al PC y Abastecimiento en donde se encontraba el Punto de Corte. Tenía 1h40´para poder lograrlo; y los primeros metros me hacían pensar que no era imposible. Hasta que la pendiente comenzó a hacer que dejara de correr y usara las manos para empujar mis rodillas. Fue ahí que me pasó Moisés Jiménez que lideraba los 80K, distancia que había largado a las 04.00AM. Moisés (ganó esa distancia), también me había pasado en Ultra Fiord cuando iba por mi 1er 141K; y así como en esa ocasión, esta vez también me preguntaba cómo iba. A pesar de que en el mapa de altimetría no figuraba como un ascenso difícil, el cansancio de piernas más la “sombra del corte” creo que influyeron en la velocidad de la subida. Y no fue hasta que faltando 25´para el tiempo de corte, divisé desde arriba el PC. Todas las bajadas del circuito fueron muy técnicas y en las que debí tener extremo cuidado por mi tobillo.

En ese último tramo, crucé un arroyo frío que aproveché para que me enfriara los pies, que a esa altura, ya estaban bastante golpeados. Logré cruzar el tiempo de corte 15 minutos antes. En ese punto, el km29, la organización dispuso un lugar con comida caliente (Pizzas y Hamburguesas); así que me di el “lujo” de comer media hamburguesa en carrera antes de salir por los últimos 22K de esta ultra (51,2K reales).

Una vez reabastecido y con comida caliente en el estómago (10´) comencé a correr dentro de un pequeño bosque (en descenso) que bordeaba un pequeño arroyo. Más adelante debí cruzarlo por un puente y me encontré en el lugar donde había encontrado a Max (me llevaba más de 3hs) y a Israel. Desde ahí en adelante todo fue subida y bajada, con ritmos de corrida en tramos (planos y descensos) y de paso ligero en subidas.  Los bastones los desplegaba en los ascensos fuertes, pero a partir del km35 (PC) los llevaba desplegados para poder impulsarme y mantener el ritmo.

En ese tramo me encontré con Alejandro González Cabezas otro gran corredor y amigo de Viña del Mar, quien estaba filmando y me acompañó unos metros y compartimos conversa. Pero la tremenda sorpresa fue cuando faltando unos 15K para la meta, me volví a encontrar con mi amigo Jorge Verdugo. Y así como en Vulcano, terminaríamos juntos este tremendo Endurance Challenge.

Los últimos km fueron rápidos y con un pequeño ascenso, pero que corriendo junto a un amigo, se hizo muy ameno y hasta divertido, porque recordábamos lo vivido en la carrera que compartimos y lo comparábamos con lo que estábamos viviendo. 

Este Endurance Challenge Santiago Chile 2016, fue mi  11era ultra. Y una vez finalizada, nuevamente me hizo valorar todo lo vivido. Las experiencias, los momentos compartidos y las amistades formadas. Una vez más, logré cruzar ese “umbral”; ese momento que en el que todo el esfuerzo y el sacrificio de mucho tiempo, lo hacen posible. Porque aprendí que Buscar Mi Mejor Versión, no es otra cosa que vencer mis propios miedos, salir de esa zona de confort y seguir empujando mis límites.

Agradecimientos a las Estancias por permitirme entrenar en sus campos, a mis amigos Juan y Danilo por ayudarme a poder ausentarme en el trabajo; a Diego y Pablo del Hotel Patagonia Queen por cubrirme; a las empresas que durante este año me apoyaron con indumentaria y logística para poder estar presente en las 4 ultras de 2016, La Lechuza Pizzas, Casimiro Biguá Restaurants, Los Chimbotes Distribuidora, OutFields e Interpatagonia.com  

“Tú eres el profundo deseo que te impulsa, tal como es tu deseo es tu voluntad. Tal como es tu voluntad, son tus actos. Y tal como son tus actos, es tu destino” Antiguo Texto Sagrado Hindú.

Como suele pasar en todas las ultras en las que participo, la logística se llevó parte importante del protagonismo. Y ésta no iba a ser la excepción. El jueves partí hacia Puerto Natales, para luego tomar otro bus hacia Punta Arenas (9hs), ya que en la mañana del viernes tenía el vuelo que me llevaría a Santiago de Chile. Nuevamente, como en Ultra Trail Torres del Paine, recibí el apoyo de Interpatagonia.com quien se ocupó del alojamiento.  La vuelta no fue muy diferente. Tomé el vuelo de Santiago a Punta Arenas, pero la escala impensada en Puerto Montt, hizo que perdiera en bus en la conexión con Río Gallegos. Pero gracias a Macarena y Alex, una pareja de Punta Arenas, que estaba sentada junto a mí, pude llegar hasta la frontera por medio de un vehículo que lograron conseguir (un domingo!) entre decenas de llamados que realizaron en la escala que aterrizamos y luego al llegar a Punta Arenas. Mi profundo agradecimiento y mi mejor energía para estas hermosas personas que se cruzaron en mi vida. La suerte no existe, todo es destino. A la frontera, vino a buscarme mi querido amigo Timo. Uno de los 1eros amigos que me dio la montaña. A él y a su familia, muchas gracias!!!! 

Rafael Lim.

COMPARTIR: