Jueves 28 de Marzo de 2024

4 de mayo de 2018

Condenas a dos abusadores de menores

El deportista Luis Federico Ávila y el gendarme Mario Edgar Santana fueron condenados a 11 y 12 años de prisión por ser culpables de abusos sexuales agravados.

La Cámara en los Criminal de la Primera Circunscripción resolvió las sentencias para dos de los tres sujetos que la semana pasada fueron sometidos a juicio en El Calafate, como acusados de ser autores de abusos sexuales contra menores de edad.

Ayer jueves se conoció la sentencia contra Luis Federico Ávila, el ciclista y empleado de comercio que entre 2013 y 2015 cometió retirados abusos teniendo como víctima a la hija de su ex pareja, cuando ella tenía entre 9 y 11 años de edad.

En el juicio y ante el tribunal, Ávila reconoció la autoría de los hechos que se le imputaban y confesó todo, contestando ante cada pregunta, en lo que se evidenció fue una estrategia de la defensa, para buscar reducir una condena que podía llegar a los 20 años.

Con el acuerdo entre las partes y la autorización del Tribunal se realizó el juicio de modalidad abreviada, en donde el imputado confesó “circunstanciada y llanamente su culpabilidad”. En este caso es el Ministerio Público Fiscal quien como titular de la acción penal, fija el límite punitivo. “Por lo tanto el Tribunal no puede imponer una sanción más grave que la solicitada por la Fiscalía”, explicó el presidente del tribunal, Dr. Joaquín Cabral en el texto de la sentencia.

Recordemos que el Fiscal Iván Saldivia había solicitado la pena de 11 años de prisión, con la que concordó el Tribunal en su sentencia, cuando lo declaró “Penalmente Responsable del delito de Abuso Sexual con acceso carnal agravado por ser la víctima menor de 18 años y por la situación de convivencia preexistente, todos con la modalidad de delito continuado.   

Federico Ávila, que está detenido hace tres años, seguirá preso en Río Turbio, su actual lugar de detención.

SANTANA

En tanto hoy viernes se conoció la sentencia de 12 años de prisión contra Mario Edgar Santana, el gendarme que en junio de 2016 fue detenido por la policía provincial mientras cumplía tareas en el Escuadrón 42 El Calafate de Gendarmería.

Santana fue denunciado por su hija al cumplir 18 años de edad. La joven dijo que durante más de una década debió sufrir reiterados abusos por parte de su padre biológico.

Al ser mayor de edad cuando denunció, no se realizó el procedimiento de Cámara Gessell (reservado para los menores de edad). Por lo tanto tuvo que declarar en el juicio todo lo vivido durante años. Lo hizo por vía telefónica desde otra provincia donde reside.

En el juicio, el imputado solo admitió que una vez intentó abusar pero desistió ante la resistencia de su hija. En cambio negó todos los otros hechos que quedaron probados. Por ello la defensa pidió que se caratule el delito como abuso simple, lo que supondría una condena mínima. En cambio la Fiscalía solicitó la pena de 16 años de prisión.

Finalmente el Tribunal presidido por el Dr. Joaquín Cabral, con las juezas subrogantes Dras. María Alejandra Vila y María Candela García, condenó a Mario Santana a la pena de 12 años de prisión de cumplimiento efectivo, por considerarlo autor penalmente responsable del delito de “Abuso Sexual con acceso carnal agravado por su calidad de ascendiente, y en la modalidad de delito continuado”.

Por último, el lunes próximo se conocerá la sentencia contra un sujeto de apellido Aredes, que está acusado de haber cometido abuso contra un nieto de un familiar directo, que en ese momento (2016) tenía solo cinco años edad.

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