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16 de septiembre de 2018

Apuntes Ciudadanos: AUDACES E IRRESPONSABLES

El humor puede interpretarse de distintas maneras y en esta oportunidad Alejandro Rojo Vivot (1) nos acerca como situaciones absurdas fundaron politicas de manera negativa en el pasado y también en el presente. HUMOR, POLÍTICA Y AFINES CXXXIX.

FOTO: ARV. REVISTA CARAS Y CARETAS, CONTRATAPA. BUENOS AIRES, 24 DE DICIEMBRE DE 1904

 

 

“Una revisión de las técnicas del chiste, que antes dividimos en tres grupos, nos hace observar que el primero y el tercero de ellos, la sustitución de las asociaciones objetivas por asociaciones verbales y el empleo del contrasentido, pueden reunirse en un solo como procedimiento de restablecer antiguas libertades y de descargar al sujeto del peso de las coerciones impuestas por la educación intelectual. Estas técnicas son, por decirlo así, ʻreducciones de la carga psíquicaʼ, y podemos colocarlas hasta cierto punto en contraposición al ahorro que la técnica realiza en el segundo grupo. Por tanto, la reducción del gasto psíquico ya existente y el ahorro del venidero son los dos principios sobre los que descansan la técnica del chiste y todo el placer que la misma produce. Las dos clases de técnica y de aportación de placer coinciden, por lo demás –en conjunto-, con la división del chiste en verbal e intelectual”. (2)

 

Sigmund Freud (1856-1939)

 

A veces, el humor se sirve del aparente disparate para plantear efectivas situaciones y opiniones que, observadas con algo de detenimiento, con frecuencia, son difíciles de creer, aunque se sepa que son posibles.

Pero, con asiduidad, algunos absurdos fundaron políticas y promovieron acciones que impactaron negativamente en individuos y en sociedades, mediante el imperio de las más diversas ideologías a través de los siglos hasta el presente.

En su retrato de época Lucio Vicente López (1848-1894) nos ilustra, en ficción, una situación plausible de realidad, en la mitad del siglo XIX que, seguramente, podemos escuchar en el siglo XXI.

“Pues bien, ¿he?... He necesitado alguna vez informarme sobre la pesca de los pingüinos en la costa patagónica, cuando he sido ministro, ¿Qué he hecho?...a La Espada de Damocles… registro la colección y en 1853 ó 54 encuentro el artículo que escribí sobre la pesca de esos moluscos…

-Pero, doctor, ¿los pingüinos no son aves? –observó mi tío.

-Pero no vuelan, señor Ramón, y son esencialmente marítimos, y se pescan en vez de cazarse; por eso los clasifico entre los moluscos, y así los designo en mi artículo de La Espada de Damocles. Y lo mismo que digo de la pesca de los pingüinos, digo del gobierno parlamentario; nos están hablando de las bondades del sistema bicamarista… Vean ustedes el resultado que nos ha dado en la nación y en la provincia… Hemos retrocedido, señores, hemos retrocedido veinte años; nuestro primer acto de gobierno debe ser volver a la cámara única y poco numerosa. (3) Yo lo he sostenido en un artículo que escribí en 1853 en El Gorro de la Libertad; ahí están los argumentos irrefutables de mi tesis. La cámara única, señores; no hay nada mejor. ¡Basta el buen sentido para comprender que dos cámaras es el absurdo, señor! Una está en contra de la otra siempre, y ¿cómo gobernar cuando dos fuerzas iguales se chocan? El axioma físico es que dos fuerzas iguales se destruyen… ¡y la física tiene leyes análogas a la política! ¡No hay gobierno posible así! ¡La cámara única es lo más sencillo, lo más expeditivo y lo más cómodo!...

-Pero los ingleses, señor doctor, tienen dos cámaras –observó uno de los circunstantes.

-Permítame, señor; la Inglaterra es un país extravagante, de clima diferente al nuestro, y se explica el error allí. Pero nosotros tenemos un clima ardiente y es un peligro grave prodigar las fuerzas y el número de las asambleas parlamentarias en la República Argentina. Eso es lo que nos lleva siempre a las oposiciones tenaces. Nuestro partido perderá el gobierno por eso, señores; por extender el número de las asambleas. Con una cámara única de veinticinco amigos no seremos vencidos”. (4)

 

[1] Coordinador del Proyecto “La Casona de las Artes”, 8° y 9° “Salón de la Mujer”. Predio Ferial de Palermo. Buenos Aires, Argentina. (1985 y 1986). 

(2) Freud, Sigmund. El chiste y su relación con lo inconsciente. Biblioteca Nueva. Tercera edición. Tomo I. Página 1100. Madrid, España. 1973.

(3) Así se estipuló en 1811, 1815, 1817, 1820, 1824, mientras que el sistema de dos cámaras fue en 1819, 1826 y 1853.

(4) López, Lucio Vicente. La gran aldea. Costumbres bonaerenses. Centro Editor de América Latina. Páginas 23 y 24. Buenos Aires, Argentina. Enero de 1980.

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