Viernes 19 de Abril de 2024

OPINIÓN

13 de mayo de 2019

Apuntes Ciudadanos: ACOMODADO A LOS INTERESES

Siempre a través de los tiempos la humanidad se fue acomodando a ciertos intereses, donde el humor es una herramienta clave de estas circunstancias terrenales con celestiales para justificar políticas publicas adelante nos cuenta Alejandro Rojo Vivot (1). HUMOR, POLÍTICA Y AFINES CLXIV.

FOTO: ARV. REVISTA CARAS Y CARETAS, CONTRATAPA. BUENOS AIRES, 12 DE MARZO DE 1904.

 

“El desatino, privativo del chiste intelectual, adquiere secundariamente la función de intensificar nuestra atención por medio del desconcierto. Sirve, pues para robustecer el efecto del chiste, pero tan sólo cuando se presenta de manera que el desconcierto pueda preceder en un espacio de tiempo a la comprensión. En algunos ejemplos hemos visto que el desatino del chiste puede ser empleado para la exposición de un juicio contenido en el pensamiento. Pero tampoco es ésta la significación primaria del disparate en el chiste”. (2)

Sigmund Freud (1856-1939)

 

La ironía es un inteligente recurso en la expresión que nos compele a prestar mayor atención interpretativa pues es necesario entrever para alcanzar una comprensión cabal.

El contraste, con frecuencia, también genera al menos una sonrisa además del placer de haber alcanzado la tan necesaria complicidad.

Son grandes aliados del humor político.

La connivencia entre los poderes terrenales y los celestiales, asiduamente, por necesitarse mutuamente para subsistir o desarrollarse según las circunstancias, alentaron, entre otras muchas cuestiones, interpretaciones difusas atribuidas a poderes superiores para justificar políticas públicas que de otra manera hubieran sido inexplicables.

Desde luego que, para llevar adelante esos procesos, también debieron intervenir partícipes necesarios que por miedo, intereses, etcétera, se acoplaban al menos supinamente.

En el Siglo XXI quedan algunos resabios de lo antedicho y, con mayor recurrencia, la actualización fuera de contexto efectuando interpretaciones de ciertas intenciones, dichos parciales, etcétera, de fallecidos que no pueden ratificar o descalificar, actuando a la manera de oráculos indiscutidos, aplicados a otras circunstancias y propósitos; con nuevos repetidores seriales acríticos.

“Siempre me resulta sorprendente que los hombres poco escrupulosos manipulen los deseos de los dioses para que coincidan con los propios. (…)

El señor Kratas, que es pagano de corazón y cínico por naturaleza, sugirió que todos los sacerdotes habían conspirado para poner esas palabras en bocas de sus dioses. Y pese a que yo expresé una escandalizada indignación ante esa blasfemia, me sentía secretamente inclinado a coincidir con su opinión.

Los sacerdotes son hombres débiles y sibaríticos, (3) y durante casi dos décadas habíamos vivido la existencia dura de los viajeros y los guerreros en las tierras de Kush. Creo que ellos extrañaban la dulce Tebas aún más que mi señora. Tal vez no fueron dioses, sino hombres los que nos aconsejaron regresar al norte.

La reina Lostris citó al alto consejo de Estado y cuando hizo la proclama que reafirmaba el dictado de los dioses, los nobles y los sacerdotes se pusieron de pie como un solo hombre, para vitorearla. Yo la vitoreé tanto como cualquiera de ellos, y esa noche mis sueños estuvieron llenos de visiones de Tebas, y con imágenes de esos días lejanos en que Tanus, Lostris y yo éramos jóvenes y felices. (…)

El temor nos convierte a todos en plebeyos”. (4)

 

[1] Expositor en las Tertulias Ciudadanas “Construcción de Ciudadanía en Patagonia”. OPPRAC. Colegio de Profesores. Punta Arenas, Chile. 6 horas reloj. (2006). 

(2) Freud, Sigmund. El chiste y su relación con lo inconsciente. Biblioteca Nueva. Tercera edición. Tomo I. Página 1107. Madrid, España. 1973.

(3) Costumbres exquisitas.

(4) Smith, Wilbur. Río Sagrado. EMECÉ. Tercera reimpresión. Páginas 155, 452 y 570. Buenos Aires, Argentina. Diciembre de 1993.

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