30 de junio de 2019
Pedido para que restos de dos caciques Tehuelches vuelvan a Santa Cruz.
Pecho Alegre. Dibujo publicado en los informes de Ramón Lista
Se trata de los restos de Pecho Alegre y Patria, este último muerto en la zona del lago Argentino.
Representantes de una comunidad tehuelche radicada en la zona de Las Heras, en el Norte de Santa Cruz formalizó su pedido para que el museo de la ciudad bonaerense de La Plata restituya los restos de dos caciques de esos pueblos originarios, uno de ellos muerto en la zona del Lago Argentino.
Se trata de los esqueletos de los caciques “Patria” y “Pecho Alegre”, que están bajo custodia del museo de La Plata bajo número de inventario 1838 y 1839.
El pedido de restitución fue presentado por la Comunidad Tehuelche "Cacique Francisco Vera", ante el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI).
En Argentina está vigente el Programa Nacional de Identificación y Restitución de Restos Humanos Indígenas. La idea central es restituir a sus lugares y comunidades de origen los restos que están en 24 instituciones públicas y privadas de diferentes partes del país, incluyendo el museo de La Plata que depende de la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de La Plata, donde se registran mas de 10 mil restos humanos.
Según conoció ahoracalafate.com.ar, ya hay varios antecedentes de restituciones realizadas por ese museo. Uno de los últimos fueron los restos del cacique Inacayal y de su familia, entregados a referentes de las comunidades Mapuches-Tehuelches de la provincia de Chubut.
Además de los registros oficiales del mismo museo platense, los testimonios que dejó Ramón Lista de sus viajes a Santa Cruz dan cuenta de “Pecho Alegre”. En su informe “Viaje al país de los Tehuelches” (1879) lo nombra junto al Cacique Orkeke, en un episodio en el primero le ofrece su hija a Lista.
Del Cacique Patria hay menos registros. Algunos indican que fue asesinado en la zona del Lago Argentino y luego sus restos llevados al museo de La Plata.
La altura de los dos caciques, de poco más de 2 metros, era una de las curiosidades de aquella sociedad científica.
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