Viernes 29 de Marzo de 2024

OPINIÓN

28 de julio de 2019

APUNTES CIUDADANOS: DEBATES PREELECTORALES

FOTO: ARV. REVISTA CARAS Y CARETAS, CONTRATAPA. BUENOS AIRES, 5 DE NOVIEMBRE DE 1904

HUMOR, POLÍTICA Y AFINES CLXXV - Por Alejandro Rojo Vivot

Por Alejandro Rojo Vivot [1]

“El placer que el chiste produce depende, por un lado, de la técnica, y por otro de la tendencia”. [2]

Sigmund Freud (1856-1939)


Con rigor conceptual el humor es una destacada y relevante manifestación humana donde intervienen diversos factores como los culturales, las tradiciones, mitos y, sobre todo la inteligencia; desde luego que también es posible una perspectiva cotidiana que, a veces, tienen puntos de unión y otros de divergencia.

Peter Berger nos ilustra en cuanto al humor popular: “En la vida corriente, cotidiana, lo cómico suele aparecer, por lo tanto, de costumbre, como una intrusión, que se entromete, a menudo de manera inesperada, en otros segmentos de la realidad, lo que coloquialmente se designan serios. Por consiguiente, por inferencia, lo cómico no es serio”. [3] [4]

En ambos casos el humor político se nutre oportunamente agregando, a veces, afirmaciones reflexivas.

“-Hay algo de ridículo en ese programa: entre cada candidato que habla en televisión, hacen correr agua. Llaman a ese espacio ʻinterludioʼ. Papá dice que es un símbolo: es menester hacer correr agua para que se lleve las promesas, las mentiras, las cifras falsas… Luego el viejo se va a acostar o sale por culpa de toda esa agua que le da ganas de orinar. (…)

En Córcega tenemos principios. Siempre es necesario dar una Legión de Honor merecida entre diez que se distribuyen. Podrá parecerte cómico, pero yo tengo mi moralidad. La Cuarta República [5] tenía menos. Viejo, el hombre es mil veces más joven que todos esos jóvenes viejos que tú quisieras ver en el poder. Si supieras los expedientes que tenemos sobre ellos…

-En ti siempre quedará algo del polizonte, del rufián y del sargento. Si algún día llegas a ser subsecretario de Avicultura no vayas a tomarte por un Napoleón. Eso es mucho más difícil y te estrellarás contra la pared. Porque pesas poco frente a los grandes tiburones del régimen, salidos de la Normal Superior o de la Inspección de Finanzas, o frente a basuras integrales como nuestro Capuchino. Eres pícaro, Ambrosi, pero no lo suficientemente cochino. (…)

El gaullismo es pues para mí una doctrina de derecha, como el comunismo de Stalin. Esos regímenes segregan siempre el mismo veneno: el culto al jefe.

-Nuestro Sébastien se comportaba como una vieja cortesana respecto a la política. Junto con uno de sus amigos, (…) se presentó como candidato a Diputado en la Constituyente. Eso ocurría en 1946. Ninguno de los dos tenía un centavo para costear la campaña electoral. Se las compusieron para hacer escupir dinero a ciertos grandes traficantes. (…) ¡Asombro! Sébastien no quería sacrificar ninguno de los grandes principios de la Resistencia. Francia severa y pura, siendo así que todos deseaban que los dejara en paz. También se sabía que el dinero con el que había pagado la campaña provenía del mercado negro. (…) El que triunfó en las elecciones fue un viejo marqués. ¡Hombre muy singular! Iba a misa con un gran libro y no ahorraba elogios a de Gaulle y a Pétain a la vez”. [6]

 


[1] Expositor en el “IV Encuentro Nacional de Discapacitados”. Dirección de Cultura de Luján de Cuyo. Luján de Cuyo, Provincia de Mendoza, Argentina. (1993).

[2] Freud, Sigmund. El chiste y su relación con lo inconsciente. Biblioteca Nueva. Tercera edición. Tomo I. Página 1094. Madrid, España. 1973.

[3] Según el saber popular.

[4] Berger, Peter. Risa redentora. La dimensión cómica de la experiencia humana. Página 30. Editorial Kairós. Barcelona, España. 1999.

[5] (1946-1958).

[6] Lartéguy, Jean. Nido en la tierra. EMECÉ. Páginas 50, 52, 53, 118, 121 y 122. Buenos Aires, Argentina. 1976.

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