Un trabajo realizado hace ya diez años resaltaba la imperiosa necesidad de mantener en estado actual y en forma inalterada la ruta provincial Nº 11, en el tramo que va desde El Calafate hacia el Parque Nacional Los Glaciares.

La visual de los paisajes que transitan decenas de miles de turistas anualmente iba a ser afectada si hubiese prosperado el proyecto de hacer un tendido eléctrico aéreo hacia Punta Bandera, como proyectaba la empresa Servicios Públicos SE.

La obra, ya licitada, se paralizó y canceló a partir de la reacción contraria que desató un petitorio elaborado por alumnos y profesores del CES De Agostini, acompañado por 450 firmas de vecinos.

Para argumentar su postura se basaron en este estudio de Cuantificación del valor paisajístico de la Ruta Provincial 11, elaborado en 2005. El relevamiento había sido realizado por tres especialistas de las universidades estadounidenses de Colorado, Florida y Yale.

El trabajo contó con financiamiento externo e interno, a pedido del entonces Subsecretario provincial de Turismo, Mariano Besio; y Vialidad Provincial, y contó con el asesoramiento y colaboración de la Fundación Naturaleza para el Futuro.

El objetivo era claro: establecer en Santa Cruz el concepto de “Rutas Paisajísticas” o “Rutas Escénicas” y aplicar normativas de protección y regulación sobre ellas. Ahora, 10 años después, el tema resurge a través de un proyecto de Ley que hoy jueves comienza a ser tratado en la Cámara de Dipuados.

Datos del Informe

Cuantificar monetariamente el impacto económico para la comunidad de El Calafate de potenciales intervenciones sobre los paisajes escénicos de la Ruta Provincial 11, fue el primer objetivo del trabajo.

El profesor Ángel Serra, quien recopiló el trabajo hasta ahora desconocido, explicó a Ahora Calafate que el mismo se basó en encuestas a 390 turistas (nacionales y extranjeros).

A ellos se les planteó tres posibles escenarios. El primero de ellos, casualmente fue con un tendido eléctrico a la vera del camino, tal como el que diez años después estuvo a punto de construirse.

El segundo escenario fue con el desarrollo de canteras de áridos, y la tercera hipótesis con la presencia tanto de estas canteras como de la línea eléctrica.

Específicamente se preguntó a los entrevistados el monto máximo que    estarían dispuestos a pagar en un viaje desde el Calafate hasta el PNLG para evitar el tipo de desarrollo propuesto por los tres escenarios.

“Los encuestados (tanto extranjeros como argentinos) respondieron que -en promedio- estarían dispuestos a pagar una tasa de hasta U$S 16.- ($ 140.-) para proteger el paisaje tal y como se encuentra, y evitar el desarrollo de una infraestructura eléctrica”, afirmó Serra en FM Dimensión.

La buena voluntad a pagar por parte de los visitantes para evitar el desarrollo del tendido eléctrico sobre la RP 11 asciende a  US$ 5,25 millones por año (unos $ 45 millones de pesos). Lo cual implica que, en dos años el costo total del tendido soterrado quedaría cubierto.

Por otra parte, la gran mayoría de los turistas manifestó su rechazo a cualquier desarrollo de tendido eléctrico o canteras al lado de la ruta 11. Inclusive más del 45 % de los encuestados que “dejaría de visitar El Calafate” (17.5 %) o “dejaría de recomendar el destino (28.8 %) si estos desarrollos prosperaran a la vera de la ruta.

AUDIO: ÁNGEL SERRA