OPINIÓN
12 de febrero de 2017
Apuntes Ciudadanos: HACE TIEMPO Y AHORA

En esta columna Alejandro Rojo Vivot (1) nos hace reflexionar como en una obra literaria se abordan distintos temas de nuestra sociedad y donde el accionar del pueblo en su conjunto puede organizarce y restituir los derechos de cada uno. HUMOR, POLÍTICA Y AFINES LX
Foto: arv tapa Revista Caras y Caretas, Buenos Aires, 7 de octubre de 1911
“¿Conocemos ya realmente todas las clases de chiste?” [2]
Sigmund Freud (1856-1939)
El estudio atento de la extensa novela “Teresa Batista cansada de guerra” del prolífero Jorge Amado, nos permite encontrar aspectos centrales del bregar por una causa considerada justa y cómo se tejen alianzas inclusive con, por ejemplo, los bohemios que representan a los que tienen poca capacidad política y aparente indiferencia al respecto.
En la ficción queda en claro que el pueblo, aún desarticulado y con nulas influencias sociales, organizándose circunstancialmente y con una férrea decisión es capaz de restituir sus derechos y, eventualmente, acabar con un corrupto negociado llevado adelante por grupos poderosos y con gran incidencia comunitaria. Cuando la población baja los brazos los venales avanzan abiertamente.
La obra, cargada de dramatismo, relatada desde cinco visiones distintas, es una alegoría histórica de los brasileros, contada con entramados que incluyen creencias afroamericanas, tradiciones de los trovadores medievales, ribetes humorísticos muy bien logrados y, al menos, un bellísimo empleo del lenguaje escrito que atrapa al lector.
Es oportuno adentrarse en sus numerosas páginas predispuestos al disfrute mediante todos los sentidos atentos al puntilloso relato que se huele, se ve, se oye, se gusta, se palpa y se siente en toda la piel.
“¿Quién tiene el coraje de protestar, de salir a quejarse? ¿Quién es el jefe político del lugar, quién elige al comisario? ¿Los policías no son capangas del capitán mantenidos por el Estado? ¿El juez no compra sin pagar en el almacén de Justiniano y le debe dinero? ¿Podría sino tener a la esposa y a los tres hijos en la capital y él aquí, en este agujero del mundo, sosteniendo a una muchacha gastadora, con los salarios de hambre que tienen los magistrados? ¿Cómo podría?, si ustedes los saben, díganlo. (...)
Con el correr de los días mucho aprendió el juez sobre las costumbres locales y del capitán. Se hicieron amigos, intercambiaron favores, unidos por diversos intereses, al decir popular socios en porquerías, la cuadrilla del capitán, el juez, el comisario y el prefecto. (...)
Allí, en las márgenes del San Francisco, en el sertón de cinco Estados, las epidemias tienen aliados poderosos y naturales, los dueños de la tierra, los coroneles, los comisarios, los comandantes de los destacamentos de la fuerza pública, los caudillos, los mandatarios, los politiqueros, en fin, el soberano gobierno. (...)
Primera en escapar fue la funcionaria Juraci, enfermera de segunda clase de la Dirección Estadual de Salud Pública. Empezó atendiendo la sala de espera de un consultorio médico, sin curso, sin diploma, sin práctica, pero como hija de un puntero electoral del gobierno anterior, fue nombrada; cuando el pasado gobierno se vuelve oposición, el nuevo, en represalia, la transfirió a ese lugar perdido del mundo que es Buquim. No tenía estómago para soportar hedores y pudriciones, en plazo de días la ciudad se había podrido. (...)
¿Clan o banda? Eternamente insatisfechos, siempre exigiendo más, por ellos se había batido implacable Emiliano, el rebenque de plata en mano. Los cabras a sus órdenes, los políticos, los fiscales, los jueces, los recaudadores de impuestos, los prefectos, todas las autoridades a su disposición, la arrogancia, el desprecio”. [3]
[1] Autor de “Votaciones nominales en los poderes legislativos de la Provincia de Tierra del Fuego, Antártica e Islas del Atlántico Sur”. Asociación por los Derechos Civiles. Buenos Aires, Argentina. (2006).
[2] Freud, Sigmund. El chiste y su relación con lo inconsciente. Biblioteca Nueva. Tercera edición. Tomo I. Página 1051. Madrid, España. 1973.
[3] Amado, Jorge. Teresa Batista cansada de guerra. Editorial Losada. Quinta edición. Páginas. Buenos Aires, Argentina. 10 de octubre de 1974.
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