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OPINIÓN

27 de noviembre de 2017

Apuntes Ciudadanos: MOTINES Y DERECHOS

Alejandro Rojo Vivot (1) en esta saga nos habla que el humor es mucho más que los chistes y en algunos generos literarios es utilizada para ampliar el público que se llega con esas publicaciones. HUMOR, POLÍTICA Y AFINES XCVII

FOTO: ARV. REVISTA CARAS Y CARETAS. BUENOS AIRES, 17 DE SETIEMBRE DE 1938

 

“(La) forma alusiva al ocuparnos del doble sentido. Cuando de las dos significaciones que encuentran su expresión en la misma palabra se halla la primera como la más usual y corriente tan en primer término que tiene que acudir antes que ninguna a nuestra imaginación, mientras que la segunda, como más lejana, queda retrasada, calificamos el caso de doble sentido con alusión. En toda la serie de los ejemplos examinados hasta ahora observamos una técnica harto complicada y descubrimos la alusión como el factor ocasionante de tal complicación”. [2]

 

Sigmund Freud (1856-1939)

 

Sin duda, el humor es mucho más que los chistes, por importantes que lo sean en sí mismos.

La mordacidad ingeniosa la podemos encontrar en expresiones muy diversas, como, por caso, en novelas de aventuras, cuyos autores las emplean para destacar eficientemente cuestiones que, a veces, están entre mescladas con el relato principal, impactando así en un público más amplio que, quizá, nunca habría accedido a un texto político, de crítica social, análisis histórico, etcétera.

Peter Berger señaló al respecto: “Lo cómico conjura un mundo separado, diferente del mundo de la realidad ordinaria, que opera con normas distintas. También es un mundo en el cual las limitaciones de la condición humana quedan milagrosamente superadas. La experiencia de lo cómico, es finalmente, una promesa de redención”. [3]

En ese sentido Herman Melville (1819-1891), gran exponente estadounidense del siglo XIX, expuso en forma meridiana los propios debates nacionales de su época ubicando la acción en quienes había sido sus coloniales gobernantes.

“El Gran Motín [4] fue de tal calibre que el orgullo nacional junto con las conveniencias políticas preferirían hacerlo desaparecer en el trasfondo histórico. (…)

Pero los cotilleos de los marineros sobre él, en los cuartillos de guardia, producían una vaga plausibilidad por el hecho de que, desde hacía algún tiempo, la Marina Británica no podían permitirse mucho ser escrupulosa en cuanto a cubrir los alistamientos, y porque no sólo había pelotones de alistamiento forzoso de forma notoria en el extranjero, tanto en el mar como en tierra firme, sino que también había poco o ningún secreto sobre otro asunto, a saber, que la policía de Londres tenía la libertad para capturar cualquier sospechoso, capaz físicamente, a cualquier individuo discutible que anduviera suelto, y enrolarlo sumariamente en los astilleros o en la flota. Además, incluso entre los alistamientos voluntarios había casos en los que el motivo no tenía mucho de impulso patriótico ni tampoco el deseo azaroso de experimentar un poco de vida marinera y de aventura marcial. Deudores insolventes de baja estofa, junto con los más promiscuos tipos faltos de moralidad, encontraban en la Marina un refugio conveniente y seguro, seguro porque, una vez alistados a bordo de un buque de Su Majestad, estaban tan en sagrado como el delincuente de la Edad media que se refugiaba a la sombra del altar. Tales irregularidades admitidas, que, por razones obvias, el Gobierno difícilmente pensaría entonces en manifestar y que, en consecuencia, y en cuanto afectaba a la clase menos influyente de la humanidad, han caído poco menos que en el olvido”. [5]

 

[1] Expositor. “Curso Elaboración de Proyectos de Desarrollo”. Salón Blanco Casa de Gobierno. Ministerio de Asuntos Sociales. Resistencia, Provincia del Chaco, Argentina. (1992). 

[2] Freud, Sigmund. El chiste y su relación con lo inconsciente. Biblioteca Nueva. Tercera edición. Tomo I. Páginas 1069 y 1070. Madrid, España. 1973.

[3] Berger, Peter. Risa redentora. Kairós. Página 11. Barcelona, España. Febrero de 1999.

[4] Verano de 1797.

[5] Melville, Herman. Billy Budd, marinero. Biblioteca Página 12. Páginas 19, 29 y 30. Buenos Aires, Argentina. Sin fecha de edición.

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