Jueves 28 de Marzo de 2024

OPINIÓN

24 de junio de 2018

Apuntes Ciudadanos: LA GUERRA DEL FÚTBOL

En pleno mundial de Rusia 2018, Alejandro Rojo Vivot, sigue con estas columnas relantandonos hechos históricos de como fútbol sirve para tapar otras cosas de nuestras sociedades, y donde la politica, el humor y la sociedad son protagonistas de estos hechos. HUMOR, POLÍTICA Y AFINES CXXVII

FOTO: CHARLES CHAPLIN ESCENA "ARMAS AL HOMBRO" (SHOULDER ARMS) 1918 

 

“En los tres mecanismos de nuestro aparato anímico proviene, pues, el placer de un ahorro, y los tres coinciden en constituir métodos de reconquistar, extrayéndolo de la actividad anímica, un placer que se había perdido precisamente a causa del desarrollo de esta actividad, pues la euforia que tendemos a alcanzar por estos caminos no es otra cosa que el estado de ánimo de una época de nuestra vida en la que podíamos llevar a cabo nuestra labor psíquica con un muy escaso gasto; esto es, el estado de ánimo de nuestra infancia, en la que no conocíamos lo cómico, no éramos capaces del chiste y no necesitábamos del humor para sentirnos felices en la vida”. (2)

 

Sigmund Freud (1856-1939)

 

Pan y circo (Panem et circenses) es la expresión que indica, en forma peyorativa, cuando, con el más exaltado populismo, se pretende ocultar a la población alguna cuestión muy grave, bridando espectáculos de baja calidad, acompañado de cierta mezquina gracia como la seudo gratuidad de algo que ya fue pagado con los impuestos directos o indirectos.

Práctica que se remonta a varios milenios para atrás que sigue vigente en el Siglo XXI.

¿Es posible que el fútbol, de alguna manera, incida en la política o que ésta se sirva del mismo para actuar, inclusive aberrantemente?

“El alivio que procura el humor defensivo es de carácter psicológico. Pero también existen indicaciones de que el humor guarda relación con la salud física y contribuye a la recuperación de una enfermedad física, como lo indicó Kant en su discusión sobre lo cómico. No todo el humor surte este efecto. Existe una risa insana, asociada presumiblemente con el humor socionegativo. Sin embargo, la risa positiva, esencialmente inocua, parece fomentar la salud”. (3)

Por lo menos 5.000 muertos, miles de heridos, destrucción económica, supresión del alentador proceso de constitución de un mercado común asociado en la Región, etcétera, fue solamente una parte de las consecuencias de una guerra de cuatro días entre Honduras y El Salvador, en 1969.

La gran concentración de las tierras continuó en los dos países, más allá de endebles proyectos de mejoras sustanciales para la población rural asalariada, como las marcadas asimetrías entre unos pocos y la mayoría.

En ese entonces, en Honduras, el dictador Oswaldo López Arellano (1921-2010) gobernaba democráticamente por decisión del Congreso Nacional, mientras que en El Salvador, el militar Fidel Sánchez Hernández (1917-2003) lo hacía democráticamente (1967-1972). Las tensiones entre ambos gobiernos, que alentaban los respectivos nacionalismos en detrimento de la complementación, eran muy intensas por razones económicas y, entre otras, poblacionales, como la deportación masiva de unos cien mil campesinos salvadoreños trabajadores en Honduras incluyendo, en algunos casos, la persecución armada por grupos paramilitares (Mancha Brava).

El 27 de junio de 1969, como parte de los partidos clasificatorios para el Mundial de Fútbol de 1970, se enfrentaron ambos equipos, triunfando El Salvador en el alargue, y en forma inaudita fue la excusa para entrar en guerra con armamentos vetustos y ejércitos desabastecidos; mientras conducía a sus jóvenes connacionales a la muerte en los campos de batalla, el General López Arellano se refugió dentro de las bóvedas del Banco Central de Honduras, a la manera del Yéneral González de Costa Pobre, inmortalizado por Alberto Orlando Olmedo (1933-1988).

Luego ambos países invirtieron fortunas en armamento, en desmedro de las inversiones básicas absolutamente necesarias para paliar los respectivos déficits habitacionales, saneamiento, salud, educación, etcétera.

El humor es definido como la sorpresa que genera la risa, aunque no siempre todo lo que es inesperado es humor pues, a veces, es el horror.

El genial y prolífero humorista inglés Sir Charles Spencer Charlie Chaplin (1889- 1977), jamás se imaginó esa guerra seria que “mirada de cerca, la vida es una tragedia, pero vista de lejos, parece una comedia”.

 

[1] Invitado participó del “II Encuentro Internacional del Grupo de Diálogo, Minería y Desarrollo Sostenible”. Universidad Andina Simón Bolívar. Fundación Futuro Latinoamericano y Fundación Cambio Democrático. Quito, Ecuador. (2012). 

(2) Freud, Sigmund. El chiste y su relación con lo inconsciente. Biblioteca Nueva. Tercera edición. Tomo I. Página 1167. Madrid, España. 1973.

(3) Berger, Peter Ludwing. Risa redentora. La dimensión cómica de la experiencia humana. Editorial Kairós. Página 113. Barcelona, España. Febrero de 1999.

COMPARTIR: