5 de febrero de 2015
Beba Pugliese la hija del Maestro Don Osvaldo

Estuvo visitando El Calafate de vacaciones y se acercó a FM DIMENSIÓN donde se le hizo una entrevista hablando de su padre y de ella misma. Anécdotas, historia, discos, libro, de todo en esta nota.
Esta semana Lucela Delma Pugliese, “Beba”, estuvo unos días de vacaciones visitando por primera vez la Villa Turística, “si pudiera vender todo en Buenos Aires, me vendría a vivir a este maravilloso lugar que tenemos los argentinos”, expreso Beba en FM DIMENSIÓN, donde se le realizó una entrevista a la “hija de” Don Osvaldo Pugliese.
Beba nació en Buenos Aires el 10 de noviembre de 1936 en el seno de un hogar donde la música era un oficio, una pasión y se respiraba por todos lados. Su abuelo fue músico y contagió a toda la familia con su pasión. También lo fue su padre, por supuesto, y la familia de su madre. Así se explica que las reuniones familiares en Villa Crespo donde vivieron toda la vida, culminaban con improvisados y alegres conciertos.
La mamá de Beba se llamaba María Concepción Florio y gustaba de la música clásica como el padre. Sus tíos Adolfo y Alberto eran violinistas. Otro de sus tíos, Mario Perini, fue arreglador, compositor y violinista que en algún momento lució sus habilidades en las orquestas de Ángel D’Agostino y Osvaldo Fresedo. Su primo, Roberto “Chicho” Florio, hijo de un hermano de su madre, fue cantor de las orquestas de Alfredo de Ángelis y Carlos di Sarli. O sea que Beba desde su más tierna infancia estuvo muy bien acompañada.
Ella es la única hija mujer de don Osvaldo. En su honor, el padre le cambió el título a “Amargura” por el del apodo de su hija, tango con el cual el programa “Radio Activa” culminó la entrevista que cautivo a los oyentes.
En la charla, Beba recordó que en su casa se compusieron esos verdaderos himnos del tango como son “Malandraca” o “La yumba”. Esos placeres que hoy compartimos todos, ella tuvo el privilegio de disfrutarlos en el patio de su casa donde, “cuando estaba creando mi papá, me llamaba y me decía, te gusta así o así Be, porque él me decía así”, dice la hija de Pugliese. La niña, y luego la adolescente, conoció entre otros en su intimidad creativa a músicos como Ruggiero, Caldara, Camerano o Aniceto Rossi.
De un hogar de músicos no se puede esperar otra cosa que una hija artista y tanguera. El destino de Beba fue bastante previsible. A las influencias artísticas del hogar ella le sumó, voluntad, estudio, disciplina y profesionalidad. Así los testimonian sus maestros Vicente Scaramuzza, Oreste Castronuovo, Berta Sujovolsky y Pedro Rubbbione en distintas entrevistas que les han hecho.
El peso de un apellido prestigioso no le impidió a Beba desarrollar su carrera con una personalidad musical propia. Para 1979, registra su primer long play en homenaje al maestro Sebastián Piana, acompañada, entre otros, por Aníbal Arias y Guillermo Ferrer. Para esa época, constituye su Quinteto que debuta a “toda orquesta” en el Hotel Bauen. Después vienen las giras por las principales ciudades de nuestro país, pero también por Europa y Japón. Ya para esos años sus cantores son Mónica Sachi, Gustavo Cané y Oscar Ferraris. En 1981, graba su segundo long play y adquiere sus definitivas credenciales de honor en el tango cuando es contratada por Caño 14.
A su talento como pianista le suma sus dotes de compositora. Temas como “Catine”, “Ochentango”, “Para mi abuelo”, “Chicharrita”, “Si volviera a verte”, “Sueños y sombras”, “Rosa punzó”, “A nuestro amigo Piraña”, son una marca registrada. Pertenece a su repertorio “Tus quince años”, dedicado a su hija María Carla Novelli Pugliese, una música que sigue con la frente alta las huellas del abuelo y la madre, como lo prueba su excelencia musical y la composición de temas como “El día que vino salió el arco iris”, “Antena Buenos Aires”, “Ayer vi”, “La vida y la tempestad” “Ostinato” o “Los pájaros del jardín”.
Beba Pugliese es hoy una señora de casi 80 años que no se notan para nada, estimada por su talento y coherencia y reconocida por la delicadeza y gracia de sus fraseos y contrapuntos. A su maestría profesional, le suma sus condiciones docentes en la Escuela Popular de Avellaneda y en el Instituyo José Hernández de Olivos.
A su vez en la visita a la emisora, dejo de regalo cuatro CD, uno de su padre, dos de ellas y el cuarto de su hija. También el libro dedicado a su padre, “hubo personas que me pidieron que escribiera este libro, aca está todo, de lo bueno y malo, todo”: “Osvaldo Pugliese, un testimonio de vida”, prologado por Oscar del Priore y dedicado para FM DIMENSIÓN, un lujo que nos pudimos dar en este febrero 2015.
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