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OPINIÓN

24 de octubre de 2015

Apuntes Ciudadanos: Campañas en chiste IV

En esta nueva entrega, Alejandro Rojo Vivot (1) sigue dándonos ejemplos de como el humor y el chiste forman parte de campañas electorales.

Foto de A. Rojo Vivot. Tapa revista Caras y Caretas. 21 de noviembre de 1903.

 

“La potencia intelectual de un hombre se mide por la dosis de humor que es capaz de utilizar”.

Friedrich Nietzsche (1844-1900)

 

Las culturas comprenden tradiciones, ritos, costumbres, normas y una serie interminable de construcciones humanas que perduran o desaparecen, aceptadas en general y, posiblemente, rechazadas por alguna parte de la sociedad.

También existen, cada tanto, propuestas y conductas que buscan desacreditar lo establecido con anterioridad o simplemente actuar casi al margen de las mismas, como los antihéroes que, a veces, triunfan y otras quedan en el intento o en meros cambios que poco inciden en lo estructural y sí llenan el carcaj de divertidas anécdotas políticas y otras que, observadas con perspicacia, dan tristeza ajena.

Cuando la generalizada corrupción e impunidad, las promesas electorales incumplidas, nefastos hechos escandalosos ejecutados por empleados públicos de máxima jerarquía, etcétera, se superponen, casi burdamente, con los muchos políticos cabales y funcionarios del Estado que trabajan con empeño día a día, hay quienes reaccionan con humor procurando llamar la atención inteligentemente.

Brasil, que bien conocen sus ciudadanos lo que hacen los triunfadores de las elecciones con sus plataformas electorales, ha generado una serie de candidatos que plantean sus carreras proselitistas absolutamente en chiste, algunos resultando notoriamente exitosos; nunca engañan al electorado, sus disparates son sus verdades y así cosechan sus votos en alarmante cantidad para el resto de los que se postulan; el progresismo de la honestidad tiene cabida también en el humor.

El muy popular payaso televisivo Francisco Oliveira Silva Everaldo Tiririca (1965) obtuvo en 2010 una banca como diputado federal, siendo el más votado en esa elección: 1.348.295 (6,35%), convirtiéndose en el segundo legislador más votado de toda la historia de Brasil. Analfabeto, que tuvo que aprender a escribir su nombre para poder asumir, planteó su campaña de manera directa: “No sé qué hace un político. Vótenme y después les cuento" y “Peor de lo que está no queda”. En 2014 fue reelecto por 1.016.796 votos, ocupando el segundo lugar en el Colegio Electoral de San Pablo. Es miembro del Partido República (Pr) fundado, en 2006, por destacados y numerosos políticos de las extracciones más diversas y disímiles. Algunos expertos sostienen que representa al voto protesta pero, de ser cierto, pareciera que las razones notoriamente se mantienen; mientras tanto el payaso de Brasil sigue triunfando en sus humorísticas campañas electorales.

En todos sus años de diputado nunca habló en público en las sesiones plenarias ni ninguno de sus proyectos fue aprobado, pero fue uno de nueve, sobre un total de 513, que jamás faltó a las sesiones en que se votó.

Aproximadamente, como humorista y cómico se asemeja al argentino, bien porteño, José Carlos Marrone (1915-1990), que sin frecuentar el humor político, quizá sin darse cuenta, imitaba a muchos en campaña cuando reiteraba: "A veces quiero hablar en serio y la gente se ríe igual".

Tirrica, como legislador sintetizó la labor del Parlamento Federal: “Te pasas todo el día sin hacer nada más que esperando a votar algo mientras la gente discute y discute”.

Muchos candidatos en campaña son probos y muy serios en su quehacer, pero también existen los que, en forma adusta, cuando afirman barbaridades se escudan diciendo que lo dijeron en chiste, otros cómicos fracasan cuando son candidatos en serio.

[1] Coautor de libro “Dishumor”. (1999 y 2007).

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