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8 de agosto de 2016

Adoptada hace 33 años hoy busca su madre biológica.

Una vecina de El Calafate intenta reconstruir su historia y encontrar su madre biológica. Fue víctima de maniobras de compra ventas de bebés a principios de la década del 80. La compraron para un regalo de cumpleaños.

 

Magali nació hace 33 años en Buenos Aires, supuestamente en el hospital de niños Garrahan, o al menos eso dice su padre adoptivo. El hombre cuenta que él mismo la fue a buscar allí, donde una mujer, de la que no sabe distinguir si era una monja o una enfermera, se la entregó en manos. Dice que él no quiso preguntar sobre la procedencia de la bebé. Solo se limitó a entregarle a la mujer un sobre con muchos billetes de moneda nacional, una cantidad que dice no recordar.

En el 2001, la mujer se mudó a El Calafate en busca de trabajo, momento desde el que es una calafatense mas.

Todos los días se pregunta quienes serán sus padres biológicos, sobre todo su madre.  Y cuáles fueron las razones para que a las pocas horas de vida terminara en otros brazos.

Quién es su mamá, si fue una chica menor a la que la obligaron a entregar su bebé, si se lo robaron y le dijeron que su hija había nacido muerta, si fue su madre quien tomó la decisión, son solo algunas de las preguntas que rondan los pensamientos de Magalí.

Ahora decidió hablar con www.ahoracalafate.com.ar  y contar parte de su historia, con la idea de empezar a buscar su identidad.

Por ahora no quiere dar su apellido públicamente para que sus hijos no sufran las burlas en la escuela. Se lo pidió especialmente uno de ellos al contarle que sufre lo que ahora se llama “bulling”.

La partida de nacimiento de la mujer dice que su padre adoptivo se presentó en octubre de 1983 en el Registro Civil de Ramos Mejía para inscribir a la niña que había nacido el 2 de agosto de ese año. La funcionaria Elvira Echenique, fue quien la inscribió como si la bebé era hija natural del matrimonio. Como testigo calificado figuró la partera Rosa Petitto.

Petitto es la figura clave de la historia. Fue una mujer involucrada en varios casos de robos y compra venta de bebés, hasta principios de la década de 1980, ahora ya fallecida.

Magalí recuerda que desde chica sabe que es adoptada. Todo comenzó con una típica pelea de hermanos, de niños. El matrimonio que la adoptó ya tenía un hijo seis años mayor. Una discusión entre los dos hermanos terminó con la niña preguntando a sus padres si era adoptada, a lo que respondieron que sí.

Tiempo después, cuando la niña miraba el programa televisivo “Chiquititas”  le despertó la curiosidad si su origen se remontaba a un orfanato, haciendo un paralelismo con la historia de aquella tira de TV.

El padre adoptivo contó parte de le verdad. Le dijo que después de tener un varón su esposa tenía muchas ganas de tener una hija mujer. Que su deseo era insistente y que fue a tal punto que el hombre decidió buscar una bebé. Hizo contacto con una persona que estaba en el tema y con quien coordinó la compra de una niña cuya familia fuera rubia y de ojos claros.

El hombre hizo todo sin que su mujer lo supiera. El 4 de agosto de 1983 por la noche, él le llevó a su mujer a la pequeña recién nacida, como regalo de cumpleaños.

“Mi papá me dijo que yo nací el 2 de agosto, que me llevaron una noche con mi madrina y que el 4 a la noche me llevaron como regalo a mi mamá. Mi mamá cumple años el 5 de agosto, supuestamente yo nací el 3 de agosto. Mi papá me llevó a mí como regalo de cumpleaños de mi mamá”, contó la mujer a este portal.

Menos de un año después, el matrimonio se separó. A los años, ambos reiniciaron sus vidas. La mujer quedó embarazada y tuvo una hija mujer, esta vez de su sangre. “Aunque ella decía que no, comenzó hacer diferencia, por eso yo me fui a vivir con mi papá y su esposa”, recordó.

En todos estos años el padre adoptivo no dio mas detalles. Las preguntas por parte de su hija adoptiva son recurrentes, pero no obtiene mayores detalles.

El hombre, que en su momento fue el propietario de un laboratorio veterinario, no quiere identificar a la persona que contactó para hacer la compra, y dice que no preguntó sobre la procedencia de la niña recién nacida simplemente porque no quería saberlo.

Su madre adoptiva siempre le responde que ella no participó de nada, por lo que no conoce nombres ni situaciones.

A su madrina no la conoció, porque supuestamente falleció al poco tiempo, enferma de cáncer, según le contó su padre. Un padrino nunca existió.

“Quiero saber de dónde, o el por qué, porque no sé si me robaron o me entregaron. Por ahí mi madre era muy joven e hicieron que me entregaran, no era como hoy que es normal que chicas jóvenes tengas bebé”, dijo Magalí.

La vecina quiere encontrar a su familia biológica. Sus padres adoptivos aceptan su decisión pero no hay datos que allanen el camino.

Magalí contó a un periodista de ahoracalafate.com.ar que tiempo atrás hizo contacto con Abuelas de Plaza de mayo, pero que le informaron que su trabajo solo llega hasta 1980.

“Lo de ser adoptada creo que no lo sufro, porque te acostumbras, y los tengo a ellos a mis hijos, pero quiero saber. Con mi papá me llevó bien, pero al mismo tiempo no tan bien porque discutimos cuando yo le pido que me cuente los detalles. Él me dice que no recuerda, pero creo que hay cosas que no se pueden olvidar. Igual yo no quiero que él tenga problemas por mi búsqueda”, comentó en otro tramo de la entrevista.

En la actualidad, la mujer tiene relación con sus padres adoptivos, en especial con su padre, a quien sus hijos lo llaman abuelo y con quien una relación típica de nieto a abuelo.

Como Magalí, en otros lugares del país existen otras personas que buscan su identidad al conocer que fueron adoptadas mediante la intervención de la partera Rosa Petitto.

Por ahora Magalí no ha encontrado alguna información ni institución que la orienten la búsqueda de su identidad, por lo que solo espera que alguien reconozca algún rasgo en la imagen que ilustra este artículo, la que data de unos años atrás.

 

 

 

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