Martes 16 de Abril de 2024

15 de agosto de 2016

El Acompañamiento, cierre de nivel de la Feria del Libro.

Los actores Rafael Castillo y Andrés Fernández Cabral se adueñaron del escenario y se ganaron los aplausos.

 

La 13° Feria del Libro de El Calafate tuvo menos público que las ediciones anteriores, pero esto no influyó en la calidad de algunas presentaciones de libros, stands y obras artísticas que formaron parte del cronograma.

El evento que se desarrolla anualmente en el Sum Municipal de avenida del Libertador fue clausurado este año por una destacada obra de teatro.

La historia “El Acompañamiento”, fue escrita hace mas de treinta años por el dramaturgo Carlos Gorostiza, en los últimos tiempos de la dictadura militar argentina, donde “la libertad” fue atesorada como nunca en el país. La amistad es el otro tema que tiene un tratamiento en la historia.

Rafael Castillo y Andrés Fernández Cabral son los actores que ponen la obra en escena, con la dirección de la Nitza Güemes. Son parte de la Compañía de Teatro de la Secretaría de Cultura de Santa Cruz.

La obra fue una de las actividades destacadas de la feria. Catillo y Fernández Cabral se adueñaron del escenario y de la atención de un público no muy numeroso, pero al que se le notó el disfrute.

Los toques de humor que tiene la historia fueron respondidos, al igual que los momentos de dramatismo y silencios.

Con una simple escenografía que se limitó a una mesa, dos sillas y unos pocos artículos como un balde, una jarra, un vaso y unas pocas prendas, los actos lograron hacer creer que los dos amigos estaban en el altillo de una casa,  discutiendo sus verdades.

El protagonista es “Tuco” (Castillo) al que un compañero de trabajo lo convenció para dejar el trabajo en la fábrica y que se dedicara a cantar, como años atrás.

La familia de “Tuco” no está de acuerdo y trata de convencerlo que vuelva al trabajo. Él se encierra en el altillo, aislándose de “los locos”, y a la espera de la llegada de los músicos que su compañero “mingo” le prometió que llegarían para ensayar junto a él.

Durante la espera llega el amigo de toda la vida “Sebastián” a quien la familia de “Tuco” le pidió su intervención para que desista de su postura de aislamiento, la que defiende con cuchillo en mano.

Sebastián intentará convencerlo con delicadeza de amigo, rescatándolo al mundo “normal” y sin herir su susceptibilidad, pero su amigo “loco”, hará que Sebastián se planté cosas de su vida.

 

 

 

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