Jueves 25 de Abril de 2024

OPINIÓN

13 de agosto de 2017

Apuntes Ciudadanos: GUAPOS y ELECCIONES

En un día muy importante para nuestro país porque tenemos la posibilidad de votar como ciudadanos, Alejandro Rojo Vivot (1), reflexiona sobre la importancia de la democracia y nos acerca "Un guapo del 900" una obra literaria para leerla siempre. HUMOR, POLÍTICA Y AFINES LXXXII

Foto: ARV tapa revista Caras y Caretas, Buenos Aires, 26 de diciembre de 1903

 

 

“Resulta, para nuestra sorpresa, que la complacencia que un chiste nos produce nos la inspira la impresión conjunta de contenido y rendimiento chistoso, dándose el caso de que uno cualquiera de estos dos factores pueden hacernos errar en la valoración del otro hasta que, reduciendo el chiste, nos damos cuenta del engaño sufrido”. [2]

 

Sigmund Freud (1856-1939)

 

Mirando históricamente, al humor generado en distintas épocas también nos permite observar, desde una valiosa perspectiva, ciertas situaciones particulares que sucedieron y que provocaron la atención de algunos de sus contemporáneos.

Asimismo nos debe llevar a la reflexión cuando en nuestro siglo se siguen sucediendo prácticas ya puestas a contraluz hace décadas por su perversidad.

La democracia, tanto como sistema de gobierno como valor en las relaciones interpersonales, es una magnífica construcción humana que se va mejorando sobre todo cuando prima la transparencia en su accionar y se desarrolla evolucionando y acrecentando, por ejemplo, las formas de participación ciudadana, limitaciones a los sesgos hegemónicos, etcétera.

El sainete comenzó en España, casi siempre en forma jocosa que, muchas veces, se lo representaba como intermedio de una obra teatral extensa, que antes cumplían esa función los entremés. De allí abreva el sainete criollo y otras piezas costumbristas más extensas.

El extraordinario dramaturgo argentino Samuel Eichelbaum (1894-1967), de prolífera producción, incluyó en su haber a “Un guapo del 900”, retratando con maestría una época social y política de Buenos Aires, donde la corrupción y el patoterismo, los antecesores de las fuerzas de choque y las barras bravas, fueron parte, en general, del accionar partidario y de sus maquinarias proselitista donde, muchas veces, el venal era exitoso. Siempre con una estética y ética propia de las que hacían alarde.

“Natividad.- Mi hijo no ha matado. Lo dice él y lo digo yo. Pero, si él mintiera y yo mintiera, habría que buscar el porqué de esa muerte. En el caso, Ecuménico, habría matado por política. Pa que haiga un adversario menos, como tantos otros quitaos del medio. Un ostáculo más salva opa asegurar el triunfo de los suyos. ¿Y qué hay con eso? ¿Me lo van a tener encerrado como si hubiese mata opa robar, como si hubiese matao para darse el gusto? (…) Los adversarios son los adversarios y nada más. No hay mejores ni peores. Los correligionarios sí, pueden ser buenos y malos, y mi Ecuménico es de los buenos. Usté lo sabe. A más, él es inocente, él no ha sido. Usté lo puede gritar bien fuerte. (…)

¿Denunciarlo usté, don Alejo? [3] Como diciendo ʻesta vez no fui yo quien lo mandóʼ. (…)

Veinte años hace que le sirven. No tenían toavía su papeleta de ciudadanos cuando ya gritaban en los atrios: ʻViva don Alejoʼ. Yo fui quien los guió, y ahora podrían pedirme cuentas por mi mal consejo. Y usté, don Alejo, en tantos años, ¿no les vio el pelaje de bandidos. (…)

ECUMÉNICO.- Y me jugué entero. Total, vieja, yo pensé que ésa es mi ley, y lo mismo me daba jugarme en esa ocasión que en cualquier otra, por asuntos del comité. (…)

Pa mí la vida es una pelea: tengo que matar o dejar que me maten”. [4]

 

[1] Expositor del “Taller sobre elaboración de proyectos”. Cooperativa en formación “Nueva Esperanza”. Secretaría de Gobierno, Municipalidad de Ushuaia. 12 horas cátedra. Ushuaia, Provincia de Tierra del Fuego, Argentina. (2004). 

[1] Freud, Sigmund. El chiste y su relación con lo inconsciente. Biblioteca Nueva. Tercera edición. Tomo I. Página 1079. Madrid, España. 1973.

[2] Jefe de fracción partidaria y de Ecuménico, acusado de asesinar al jefe del sector político opuesto.

[3] Eichelbaum, Samuel. Un guapo del 900. Kapeluz. Páginas 94, 95, 96, 97, 108 y 109. Buenos Aires, Argentina. Febrero de 1996.

COMPARTIR: