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11 de septiembre de 2017

No estamos lejos de Caleta Olivia.

En la ciudad del norte santacruceño dos perros mataron a un hombre de 60 años, padre de su dueña. El Calafate no está lejos de tener una noticia similar sino se toman medidas importantes. Lo mismo podría haber pasado hace dos semanas en nuestra ciudad. Los hechos indican que la posibilidad está latente en forma diaria. Hay ordenanzas y reglamentos de todo tipo, pero falta un gobierno que ejecute y una sociedad que se haga cargo.

  La noticia dada en Caleta Olivia sobre la muerte de un hombre de 60 años atacado por dos perros parece lejana. Los casi 900 kilómetros que separan a esa con nuestra ciudad, la ubicación geográfica en casi dos extremos del territorio provincial, y las diferentes realidades sociales de ambas ciudades hacen ver como lejano al tema.   Pero la realidad es que la problemática de los perros sueltos pertenece a cada pueblo y ciudad patagónica.      Y los casos de ataques de perros comienzan a surgir en los diferentes puntos urbanos. Lo que ocurrió en Caleta Olivia podría haberse dado en El Calafate dos semanas atrás cuando dos perros pitbulls ingresaron a una vivienda familiar y atacaron a las mascotas y al dueño de casa, noticia ya dada por ahoracalafate.com.ar.

El periodista Alcides Quiroga (lavanguardiadelsur.com) le contó al programa Turno Mañana de FM Dimensión de El Calafate que, según el relato de los vecinos caletenses, los perros que mataron a Vicente Muriano ya habían sido señalados como violentos y por atacar a otras mascotas del barrio SOEMCO de Caleta Olivia. La dueña es la hija del hombre de 60 años que fue atacado al volver a la vivienda familiar.

Aquí en El Calafate perros “de razas peligrosas” y de las otras, también son denunciados y motivos de quejas de vecinos de manera diaria.

Aquí en El Calafate hay hechos de similares características que parecen marcar el camino a posibles hechos como el de la ciudad del norte de Santa Cruz, si antes no se toman medidas. La señora Juana dice saber de dos casos que pueden ser el alerta. “El 31 de julio un perro pitbull mató al gatito de mi ñetito en final de la calle Fagnano. En abril otro perro  mató al perrito de mi vecina  en el barrio Terrazas”, contó la mujer al mismo programa de la radio calafatense.

Como en Caleta Olivia, en El Calafate no hay un servicio permanente de “Perrera Municipal”. En nuestra localidad existe un servicio de refugio y protección de canes pero es brindado por una asociación de vecinas voluntarias (TAMA), la que ya adelantó su imposibilidad de continuar prestando colaboración.

 En la villa turística también rigen diferentes ordenanzas que regulan los distintos aspectos de la tenencia y trato de animales tipo canes. 

La ordenanza 575/2000 crea el sistema del servicio veterinario municipal desde donde se desprenden acciones como las castraciones y perrera.   La ordenanza 1429/2011 regula la tenencia de los “perros de raza peligrosa”, mediante la creación de un registro.   La ordenanza 1775/2015 regula la actividad de los paseadores de perros.   La ordenanza 1889/2016 declaró a El Calafate como municipio “No Eutanásico”, por lo que en nuestra ciudad los perros no son matados por el Estado.   Las castraciones se realizan mediante un servicio municipal permanente y de manera gratuita.   Además, el año pasado el municipio comenzó a implementar el patentamiento de canes mediante “microchips”. Pese a una generosa legislación vigente y acciones como las castraciones gratuitas, los perros sueltos, en particular los de raza con carga genética de marcada violencia, siguen siendo una realidad también en nuestra ciudad.   La legislación vigente no se termina de aplicar en su totalidad por una ciudadanía que incumple y un estado más que benévolo. La hipocresía de pedir “mano dura” para el otro pero no para nosotros, parece ser un mal que crece en estos tiempos, y que llega a influir en el accionar estatal.   Por los hechos demostrados, El Calafate no está lejos de ser noticia por la misma razón que Caleta Olivia. La duda es a qué vecina o vecino le podría tocar ser la víctima.  

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